La séptima misión comercial de abastecimiento por parte de SpaceX para la NASA no logró concluirse debido a la explosión del cohete Falcon 9 la cual se presentó por problemas en un compartimento de oxígeno líquido. Ésta sucedió así a tan solo dos minutos y diecinueve segundos después de su despegue en Cabo Cañaveral, Florida.
Esta misión también iba a servir como un tercer intento de recuperar el Falcon 9 después de haber llevar a cabo su entrega pero esto no sucedió como se planeaba.
Elon Musk, CEO de SpaceX, compartió en su cuenta de Twitter el diagnóstico primario de la explosión en dónde subrayó que no se conocen las causas de este incidente:
Fueron poco más de dos toneladas de cargamento —entre alimento y proyectos científicos— dirigidas a la Estación Espacial Internacional las que se perdieron con esta explosión.
Gwynne Shotwell, director operativo de SpaceX, aseguró que este tipo de incidentes no merman la intención de la compañía de ofrecer vuelos comerciales tripulados.