El espacio es materia de una impresionante serie de descubrimientos, y hoy toca el turno a la nube espacial Sagittarius B2, una integrante de la Vía Láctea que debido a su composición, debería tener, en teoría un conjunto de sabores y olores muy familiares: ron y frambuesas, respectivamente.
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Las principales nubes espaciales de la Vía Lactea formadas principalmente por alcohol, Aquila y Sagittarius B2, fueron descubiertas en la década de los noventa y desde entonces se ha ido avanzando progresivamente en el conocimiento de su composición.
Aunque estas nubes en su mayoría poseen más elementos en común con una botella de Windex o un contenedor con anticongelante, hoy los amigos de io9 tuvieron el detalle lúdico de retomar dos de las composiciones más curiosas de la Sagittarius B2: su hipotético sabor a ron y su olor a frambuesas.
(C) Today
Con una extensión de 463.000.000.000Km y una cantidad inconcebible de litros de alcohol en ella, la Sagittarius B2 es una de las nubes de gas molecular más grandes de la Vía Láctea. Esta densa región se encuentra cerca del centro galáctico y es rica en diversas moléculas interestelares diferentes.
De acuerdo con la publicación, en sus elementos más esenciales, Sagittarius B2 se encuentra compuesta básicamente por ácido fórmico, el ácido carboxílico más simple, el cual al ser mezclado con el etanol que impregna a toda la nube forma esteres, también conocidas como “moléculas de olor” con un aroma frutal distintivo.
Esta combinación, en teoría, al ser probada sin los demás elementos que componen a la nube, tendría un sabor evocativo al vodka, a la par que su aroma poseería una fragancia similar a la de las frambuesas. Aunque claro, sería totalmente tóxica.
El artículo de io9 representa un abordaje curioso y manipulado sobre la Sagittarius B2, sin embargo también tiene mucho potencial como tema de conversación para las reuniones etílicas de este fin de semana.