Los activistas digitales en Brasil no se quedaron de brazos cruzados ante la posible llegada de Internet.org al país en junio de 2015. 35 organizaciones civiles enviaron una carta a la presidenta Dilma Rousseff, cuestionando los beneficios que alega el servicio.
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La carta acepta que, en efecto, existe un grave problema en Brasil sobre la calidad y la extensión del acceso a Internet en la nación, sin embargo, afirman que Internet.org «puede poner el riesgo el futuro de la sociedad de la información, la economía en un ambiente digital y los derechos de los usuarios de la red, tales como privacidad, libertad de expresión y neutralidad de la red», cita el portal ZDNet.
Durante la reciente Cumbre de las Américas, la presidenta Rousseff se reunió con Mark Zuckerberg. Tras dicho encuentro, la mandataria brasileña indicó a los medios que su gobierno se asociaría con Facebook para «garantizar el acceso a los servicios de Internet en lugares de difícil acceso».
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El mensaje de Rousseff levantó cejas de inmediato, sobre todo porque Brasil aprobó hace un año el Marco Civil de Internet, considerado por muchos como «la primera Constitución» de la red. En su misiva, los activistas han pedido a la presidenta que el acuerdo con Facebook se atenga a las disposiciones de neutralidad de la red dispuestas en el Marco Civil, así como someter la decisión a una consulta pública.
Actualmente, Internet.org opera en América Latina en Colombia, Guatemala y Panamá. Además de Rousseff, Zuckerberg se ha reunido también con los mandatarios de México, Argentina y Perú para expandir su programa, el cual espera implementar en 100 países antes de culminar el año. Además de Brasil, Internet.org enfrenta duras críticas en India, donde ha sido acusado de atentar contra la neutralidad de la red y favorecer «un pobre Internet para gente pobre».