Amigos, pueden respirar tranquilos, esas fotos que se tomaron en Snapchat y que terminaron en Twitter por fin podrán ser eliminadas, ya que la compañía ha modificado sus políticas sobre contenidos, habilitando legalmente ahora la facultad para borrar esta clase de imágenes sin esperar el consentimiento ni dar advertencia al campeón que cometió la fechoría.
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Existe esta idea cotidiana en torno al internet y las redes sociales, donde se cree que está llena de pornografía y una buena parte de ella proviene de una producción meramente amateur e incidental, y lo cierto es que como usuarios de Twitter en más de una ocasión nos hemos encontrado con la realidad de que se trata de una excelente herramienta de divulgación, difamación y exhibición, ya era hora de que le pusieran un freno a este fenómeno en particular.
Los chicos de Fusion fueron de los primeros en notar el cambio en las políticas de Twitter, surgido en razón del incremento exponencial de este tipo de casos, agregando ahora una modificación que le otorga mayor margen de movimiento en caso de la propagación de imágenes de porno de venganza:
No se podrán subir fotografías o videos íntimos tomados o distribuidos sin el consentimiento del sujeto.
Lo que plantea indirectamente un escenario común, donde la pareja hace la toma de los retratos en un momento de armonía y de forma consensuada, pero eventualmente tras la ruptura, alguno de los involucrados hace la gracia de distribuirlos a través de Twitter, ahora con esta modificación y su respectivo cambio en los formularios de bloqueo, los afectados podrán reportar las imágenes y lograr su eliminación en un lapso de tiempo mínimo, aunque no inmediato.
Existen bastante escenarios variables donde la aplicación de estos cambios podrán ser puestos a prueba, tomando como punto de partida una situación común parece ser funcional, pero la eliminación de todo rastro de las imágenes, así como la posible interjección de otros factores, como que las fotografías puedan formar parte de un caso mediático, por ejemplo, aún no quedan bien definidas.
Pero es una buena noticia después de todo.