El 11 de marzo se dieron a conocer los ganadores de la licitación de dos cadenas nuevas cadenas de televisión en México. Cadena Tres de Grupo Imagen Multimedia y Grupo Radio Centro (GRC) son los entrantes al mercado de la televisión radiodifundida y los contenidos audiovisuales a nivel nacional. Cadena Tres transmite su señal desde el 2006 , pero no a nivel nacional, mientras que GRC tratará de aprovechar sus 60 años de experiencia como grupo de medios en su retorno a la televisión, luego de que devolviera en la década de los años 70 el Canal 13.
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Ambos acordaron pagar montos distintos por las licencias de las frecuencias que a nivel nacional permitirán integrar las cadenas. Esto se le atribuye al diseño del concurso, una licitación a sobre cerrado en lugar de una subasta tradicional, de manera que los postores no conocieran sus propuestas económicas. El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) aprobó las propuestas de cobertura de ambos grupos y sus ofertas económicas: 3,058 millones de pesos de GRC y 1,808 de Cadena Tres.
El resultado es una diferencia de 69.13% entre ambas propuestas por el mismo tipo de bien concesionado, cuyo valor mínimo de referencia era de 830 millones de pesos. Dado que GRC pudo presentar un valor más cercano al de su rival y que el mercado de la televisión “abierta” está concentrado y en desplazamiento por otras formas de entretenimiento, ¿le conviene a GRC dejar la concesión sin pagar y abandonar la posibilidad de entrar a este mercado?
Un análisis de decisión de este actor ofrece razones para considerar que desistir no es necesariamente el mejor curso de acción porque le garantiza pérdidas, mientras que el pago de 3,058 millones le da acceso a una concesión por 20 años, plazo que le da la oportunidad de recuperar esta inversión a través del mercado de contenidos audiovisuales.
En contra: Abandonar garantiza pérdidas
Uno de los requisitos de este concurso fue la presentación de una garantía de seriedad de 415 millones de pesos pagaderos al gobierno, que es un mecanismo diseñado para que los interesados cumplan con los lineamientos de la licitación. Esta cláusula puede ejemplificarse como un “depósito” que puede perder una de las empresas ganadoras si incumple con el pago de la contraprestación de las frecuencias, como indica el apartado 8 en su primera sección de las bases de la licitación.
En otras palabras, si GRC decide no pagar por las concesiones que ganó, perdería directamente esos 415 millones de pesos -26.46 millones de dólares- junto con la oportunidad de incursionar en el mercado de contenidos audiovisuales. El incumplir con el pago no representaría “ahorrar” directamente 3,058 millones de pesos -202.3 millones de dólares- porque el pago de la licencia habilita a GRC a entrar a un nuevo mercado y es un pago que se hace una sola vez por un periodo de 20 años, plazo en el que se puede recuperar.
El hecho de que GRC se haya comprometido a pagar más que Cadena Tres se traducirá en más presión económica en el arranque de su operación, pero no es un elemento que condicione el éxito o el fracaso de la televisora automáticamente.
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La ventaja de pagar: acceso al mercado de contenidos
A la licitación se la atribuye el rol de introducir más competencia en la disponibilidad de contenidos audiovisuales, así como la pluralización de los medios, pero como hemos mencionado antes en FayerWayer la hipótesis del pluralismo tendrá que ser probada. En este artículo nos centraremos en el beneficio del propio GRC, pues al final de la ruta es un grupo empresarial que espera ver un beneficio de su inversión.
El pago por el espectro no representa la totalidad de los costos que ambas cadenas deberán hacer. Tanto Cadena Tres como GRC deberán invertir en creación o adquisición de contenido e infraestructura, así como gastos operativos, entre otros. Esos gastos sumarán a lo largo de los 20 años de la concesión una cantidad más abultada que el pago por el espectro, pero los planes de negocio son los mapas de ruta para recuperar estas inversiones y empezar a ver ganancias.
Si tomamos como referencia el modelo del IFT para calcular el valor mínimo del espectro (un esquema conservador), se observan los siguientes costos de operación a los que se les agrega la cantidad que GRC y Cadena Tres propusieron pagar para mostrar su peso:
Año Costos GRC (mdp) Costos C3 (mdp) Pago por concesión $3,058 $1,808 Año 1 $1,270 $1,270 Año 2 $2,158 $2,158 Año 3 $2,412 $2,412 Año 4 $2,539 $2,539 Año 5 $2,539 $2,539 Total $13,976 $12,726
Aquí se observa la primera noción: al implicar los gastos de operación calculados por el IFT, al cabo de los primeros 5 años la diferencia es de 10% entre los nuevos entrantes.
En cuanto a las ganancias potenciales se usaron dos esquemas: el modelo del IFT para establecer el valor mínimo del espectro y un escenario adicional modelado por Telconomia con un mercado con 19% más de ingresos por ventas. En ambos modelos se calculan las ganancias correspondientes al 8.5% de participación de mercado de una cadena entrante y que se alcanza en un periodo de 5 años. El modelo del IFT es una estimación conservadora (de hecho prevé un mercado en contracción) y el escenario modelado por Telconomia toma en cuenta el comportamiento del mercado en 14 años (2000-2014) para simular un escenario en donde el mercado crece a tasas de 1% o menos.
Año Participación de Mercado (IFT) Ingresos por ventas (modelo IFT) en millones de pesos Ingresos por ventas (modelo Telconomia) en millones de pesos 1 4.3% $ 1,802 $ 2,144 2 7.2% $ 3,063 $ 3,605 3 8.1% $ 3,423 $ 4,082 4 8.5% $ 3,604 $ 4,316 5 8.5% $ 3,604 $ 4,361 Total Total a 5 años $ 15,496 $ 18,509
Este ejercicio toma en cuenta el parámetro del IFT para enfocarse principalmente en los primeros años de operación de los entrantes, en donde se muestra que a pesar de la diferencia en costos, un pronóstico conservador permitiría que las ganancias posibles superen los costos estimados para enfilarse a un periodo de recuperación de la inversión y ganancias posteriores. No obstante, este ejercicio parte de que habrá certeza en que las cadenas obtendrán esta participación de mercado, cuando se observa que la televisión abierta está siendo desplazada como la principal fuente de entretenimiento por la adopción de TV de paga y servicios OTT (Over-The-Top).
El reto para los entrantes está en que su plan sepa leer estas tendencias, genere contenidos que marquen la diferencia con sus competidores para atraer audiencia (y anunciantes) y tome en cuenta que el arranque será complicado especialmente por la concentración del mercado y el desplazamiento progresivo de la TV abierta como la pantalla principal del hogar. Con la decisión de invertir en televisión, Cadena Tres y GRC no sólo apuestan a la televisión abierta, sino al mercado de los contenidos audiovisuales, con lo que se puede apelar a más tipos de audiencia y plataformas.
Una limitante de estos escenarios es que se asume que adquirirán la participación simulada invariablemente, pero para reducir el efecto de la incertidumbre se elige un parámetro conservador como el modelado por el IFT. El proceso de “salida” de la TV abierta en América Latina y en México está asociada con la adopción de TV de paga y penetración de banda ancha que permite usar aplicaciones OTT. Pero el acceso a estos servicios está relacionado con el ingreso, por lo que la televisión radiodifundida seguirá llegando a hogares en México y América Latina por el siguiente lustro.
En conclusión, la diferencia entre las propuestas económicas por el espectro genera presión en la etapa del arranque de una cadena, pero es un pago que se realiza para una concesión de 20 años y que puede ser recuperado. El reto está más bien en la idea tras el plan de negocios y cómo interpreta no sólo la evolución de la televisión abierta, sino el futuro de los contenidos audiovisuales.