Los anuncios de lanzamiento de nuevas marcas de operadores móviles virtuales deben ser ponderados en el contexto del mercado móvil mexicano. Aunque se perciban como un factor de competencia directa a los operadores como Telcel, Telefónica o Iusacell, las estrategias tienden a ser distintas.
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Un operador móvil virtual (OMV o MVNO por sus siglas en inglés) comercializa servicios móviles de telecomunicaciones sin tener concesionado directamente espectro radioeléctrico. Para poder comercializar minutos de voz o datos llega a acuerdos comerciales con los concesionarios para usar su capacidad, así como sus redes. Estos convenios también pueden representan un beneficio para los operadores como Telcel o Telefónica, pues así maximizan el aprovechamiento de sus redes.
Además de la distinción entre los OMV y los operadores “tradicionales”, entre los mismos operadores móviles virtuales caben diferentes perfiles. Algunos surgen como un servicio adicional de operadores de telecomunicaciones, mientras que otros provienen de firmas que apuestan por crear una nueva unidad de negocio, entre otras razones.
Esta semana se anunció en México el lanzamiento de un nuevo OMV, que en este caso representa una apuesta de Axtel que usará la red de Telcel. Quedan por ver la estrategia que adoptará este operador, así como el alcance dentro del contexto actual.
OMV en México, variedad
Quizás los lanzamientos de los OMV de Axtel, Virgin Mobile y Tuenti son los más destacados en la prensa de México, pero los tres casos muestran perfiles distintos. El primero forma parte de una empresa de telecomunicaciones que ya ofrece servicios de triple play, mientras que el segundo busca posicionarse en el mercado de prepago, particularmente entre consumidores jóvenes. Tuenti en este caso es una subsidiaria de Telefónica.
Axtel no es el primer OMV respaldado por un competidor de servicios fijos, pues Megacable y Maxcom lanzaron años antes sus servicios móviles a través de la red de Telefónica. Uno de los beneficios de este esquema para estas empresas es complementar su oferta actual con la oportunidad de ofrecer el denominado “cuádruple play”, es decir, como una adición a su oferta de servicios empaqutados.
Pero este esquema –aunque novedoso- no siempre es lo que convence a los consumidores. Por ejemplo, se anticipaba que Televisa pudiera ofrecer este servicio a través de Iusacell y su empresas de cable. Esta posibilidad no se “comió” el mercado y Televisa terminó vendiendo su participación en el operador, mismo que fue adquirido después por AT&T.
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Por lo tanto, el potencial para ofrecer cuádruple play debe observarse con mesura y ponderar que estas empresas podrían estar interesadas en ofrecer su servicio como OMV en localidades donde Axtel, Megacable y Maxcom tienen operaciones fijas solamente.
Por otro lado, hay operadores que ya están en el mercado o que han anunciado su lanzamiento próximo, pero que no están vinculados a empresas como Megacable. En su lugar, buscan ciertos nichos de consumidores.
Por ejemplo, Virgin Mobile, Maz Tiempo y Ekofon se centran en el mercado de prepago, pero Virgin Mobile se orienta más a un mercado joven que consume datos y que vive en zonas urbanizadas. Aunque busquen el mismo segmento mayoritario –que en este caso serían planes de prepago-, este OMV estaría diferenciando con base en el perfil demográfico y de consumo.
A estas marcas deben sumarse anuncios de lanzamiento como el OMV de Chedraui, una cadena de tiendas en el país, o QBOcel, un proyecto de OMV pensado para el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Como se puede inferir, no se buscan mercados masivos, sino diferentes perfiles de consumidores, aunque no todos los OMV en México logran comunicarlo de manera explícita a través del nombre de su marca o su estrategia publicitaria.
El caso de Tuenti consiste más en una marca de un operador de red –Telefónica en este caso-, aunque su operación comercial de venta de “chips” y puntos de venta pueda resultar semejante a otros OMV. De hecho el regulador peruano Osiptel se pronunció sobre esta situación, aclarando que consideraba a Tuenti como un producto de Telefónica y no como un OMV formalmente.
Otro ejemplo de este tipo de marca es Unefon, operador de Grupo Salinas que en el 2006 fue absorbido por Iusacell. Al día de hoy funciona como una marca de prepago orientado a un segmento de menor poder adquisitivo que Iusacell. Debido a que la compañía fue adquirida por AT&T, no se descarta que la marca “Cricket” disponible en Estados Unidos sea usada en un futuro como una manera de “refrescar” la oferta.
OMV, contemplados en ley y política pública
La existencia de los OMV está prevista en la legislación vigente de telecomunicaciones. Aunque por el momento estas empresas son conocidas formalmente como comercializadoras, el Instituto Federal de Telecomunicaciones plantea en su programa de trabajo del 2015 formular lineamientos para los OMV hacia la mitad del año.
Aunque la existencia de los OMV en el país no ha requerido de una sanción legal que les permita existir, estos lineamientos actualizarían el marco de referencia, pues de momento se tiene un reglamento expedido en el 2005 que contempla sólo la reventa de servicios de voz. La actualización brindará un marco de referencia acorde con el nuevo marco legal y las tendencias de los usuarios.
Pero además de la ley, las políticas de regulación aplicadas a América Móvil lo obligan a brindar acceso a su capacidad a las comercializadoras. Las subastas de espectro que vendrán en 2015 y 2016 también podrían incluir esta obligación. Esto sin olvidar el proyecto de la red compartida mayorista, que ofrecerá cobertura a nivel nacional sobre la banda de 700 MHz. Esta red no sólo alojaría OMV, sino que “rentaría” capacidad a los operadores actuales, si es que lo ven conveniente para su estrategia.
Los OMV pueden presentarse como novedosos en México, pero como se puede ver, forman parte de un esquema que ha ido evolucionando. La reforma al marco legal los reconoce como tendencia y al ser alternativas para los consumidores, se espera que tengan un efecto positivo en la competencia, pero no por ello deben ser consideradas como equivalente de los operadores “tradicionales” de red.