Excelentes noticias para administradores de servidores basados en Linux, pues considerando que la información del cliente debe estar a salvo en un sistema actualizado con los parches de seguridad y rendimiento más recientes, ya no será necesario reiniciar el servidor tras la instalación de parches importantes, gracias al trabajo de Red Hat y SUSE.
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De acuerdo con ZDNet, el nuevo Linux 4.0 permitirá la instalación de parches en directo, un trabajo parecido a Ksplice de Oracle y Kernel Care de CloudLinux, pero con lo mejor de kpatch de Red hat y kGraft de SUSE, diferenciándose por estar disponible en el núcleo de Linux, completamente libre para su uso en otras distribuciones.
La diferencia entre ambos es que kpatch usa un comando para buscar en los procesos actuales, asegurándose de que el parcheo puede realizarse sin problemas, y agrega el código parcheado mientras elimina el que ha sido retirado del proceso. Por otro lado, kGraft lo hace verificando que el hilo de procesos ha llegado a un punto en el que puede cambiar al nuevo código, pero esto le toma más tiempo.
Básicamente, se utiliza lo mejor de ambos métodos de redirección para parchear en directo, sin afectar a otras instancias del kernel, evitándonos el problema de tener que reiniciar. Por supuesto, esta nueva característica estará disponible en las distribuciones empresariales basadas en Linux 4.0, y aunque por ahora sólo ha sido implementado para arquitecturas x86, pronto será compatible con el resto.