Durante el día martes la NASA realizó pruebas para su cohete más poderoso hasta el momento, las cuales se llevaron a cabo en tierra en la zona de Utah, Estados Unidos, manteniendo al propulsor activo durante los dos minutos que se estima sería su funcionamiento en un escenario de despegue real.
El cohete podría entregar el 75% del impulso necesario para salir de la órbita terrestre y si bien la NASA aún no precisa en qué misión podría utilizar la nueva tecnología, ésta forma parte del nuevo programa Space Launch System (SLS) para crear una plataforma que potencialmente podría llevar al hombre a Marte.
Por el momento, esta prueba es la primera de dos fases antes de aprobar el cohete para su utilización en una misión de verdad, siendo lo único cierto que de salir todo bien la tecnología de la plataforma SLS será utilizada en vuelos cortos durante el año 2018, quedando a criterio del Congreso de EE.UU. la aprobación de un futuro presupuesto mayor para la NASA y por ende, la posible utilización de estos cohetes en una eventual misión a Marte.
