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ResearchKit, ¿un reemplazo de la investigación médica tradicional?

Los avances científicos avanzan cada día más, sin embargo ¿es factible confiar en un teléfono móvil o un vestible para realizar investigaciones de este tipo?

En la Universidad de Stanford, más de 11 mil personas se inscribieron por primera vez para ser parte de los estudios médicos que ahí se realizan. El problema está en que, para lograr esa cifra en años anteriores, se debía esperar por lo menos un año. ¿La razón de esta actividad tan explosiva? Una vez que se anunció ResearchKit, la plataforma de aplicaciones del área de la salud desarrollada por Apple, todo el mundo quiso inscribirse y aportar con su granito de arena.

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Según indica Bloomberg, ya existen cinco centros académicos que han desarrollado aplicaciones relacionadas con el área, las cuales se enfocan en tratar diversas problemáticas, tales como el asma y el síndrome de Parkinson, usando los recursos del iPhone 6. No obstante lo anterior, es un tema complejo tratar confiar en un dispositivo tan poco impreciso como un teléfono celular, ya que a final de cuentas es sólo eso: un teléfono con algunos sensores. Por este motivo, diversas entidades médicas, si bien consideran que ResearchKit es un muy buen elemento, no confían totalmente en él.

Centros colaboradores con Apple que usan ResearchKit. © Apple

La profesora del Dartmouth Institute for Health Policy and Clinical Practice, Lisa Schwartz, dice al respecto que “Sólo juntar un montón de información sobre gente que pueden o no tener una enfermedad en particular, y que pueden o no representar a un paciente tipo, podría sólo agregar ruido y distracción” a las investigaciones serias sobre las enfermedades que afectan a los seres humanos, razón por la cual no deberíamos fiarnos tanto de dispositivos móviles de este tipo.

No estamos descubriendo América al decir todo esto, sin embargo creer que un iPhone, o una serie de aplicaciones van a solucionar problemáticas de manera precisa, es irrisorio. Sí es verdad que nos pueden ayudar a llegar a una respuesta determinada, pero los dispositivos móviles aún están lejos de monitorear de forma efectiva los signos cardíacos, partiendo porque fueron los mismos desarrolladores del Apple Watch los que dijeron que el reloj no iba a ser lo que ellos esperaban, dado que los sensores disponibles en el mercado no tenían la calidad que andaban buscando.

Todd Sherer, CEO de Michael J. Fox Foundation for Parkinson’s Research, comentó “No creo que queramos dar la sensación de que este tipo de investigaciones reemplazarán a las que se basan en la interacción física directa con el paciente”, agregando que “sí creo que nos provee de un tipo complementario de investigación de una forma distinta. Cualquier tipo de herramienta que nos haga más fácil enganchar a la gente con estas investigaciones es realmente importante”.

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