En marzo de 2011, el terremoto de Tõhoku causó el mayor desastre nuclear desde Chernobyl: una triple fusión del núcleo que, hasta la fecha, requiere un constante suministro de agua e, incluso, se comisionó una “pared de hielo” para tratar de mantener la situación bajo control. El problema ahora es monitorear el avance del proyecto, para lo cual se creó una “serpiente robótica” que entrará a uno de los tres reactores con el núcleo fundido: el reactor número 1.
El proyecto fue creado por Tokyo Electric Power Co y presentado en las oficinas de Hitachi GE en Tokio. Evaluar las condiciones dentro de los reactores es el primer paso en un plan, de al menos diez años de duración, para rehabilitar la zona afectada. El robot está especialmente diseñado para reptar por las tuberías y tomar mediciones de temperatura, radiación e imágenes en tiempo real desde el pedestal, una plataforma localizada justo debajo del núcleo fusionado del reactor 1.
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El robot tiene una longitud de 60 cm y está especialmente diseñado para entrar al núcleo del reactor 1; en tanto, los demás recibirán un robot diseñado ex profeso para el estado de decaimiento del edificio en el futuro cercano. Una vez que se tengan datos reales sobre la situación actual de los reactores, será posible comenzar a planear las siguientes etapas del plan de restauración.
Este robot es una continuación de los estudios iniciales hechos en 2012 con fibra óptica, y se espera que las siguientes variaciones sean anfibias con el fin de recorrer secciones que permanecen inaccesibles debido a que se inundaron en un esfuerzo desesperado por reducir la temperatura y evitar, infructuosamente como sabemos hoy, la tan temida fusión de los núcleos.
El robot serpiente de Fukushima será tan radiactivo después de salir de su expedición que se espera que no sea reutilizado, sino archivado en una caja especial para contenerlo y evitar que contamine. Tentativamente su expedición comenzará en abril de este año.