SpaceX trata de revolucionar el espacio con sus cápsulas Dragon y sus cohetes autónomos, aunque no todo ha salido como lo esperaba. Así, Elon Musk tiene un nuevo as bajo la manga: el Falcon Heavy, un cohete que se espera que comience a operar a finales de año y que se convertirá en el cohete con mayor capacidad de carga en la historia después del Saturno V, pues será capaz de levantar 53 toneladas, el mismo peso de un Boeing 737 cargado, lo cual logrará mediante tres cohetes Falcon 9 como impulsores.
La idea es que los tres cohetes Falcon 9 “se aterricen a sí mismos” a fin de reducir los costos. Para comenzar a difundir la idea, SpaceX ha creado un video generado en un ordenador que muestra el proceso. El siguiente paso después del intento de aterrizar un cohete en una barcaza en la costa de Florida que estuvo extremadamente cerca de lograrlo y solamente faltó, según Musk, una mayor reserva de fluido hidráulico.
El poder increíble del cohete, junto con el bajo precio del lanzamiento ―por gracias al reciclaje de los motores de primera fase― está especialmente diseñado para ser un vehículo viable para llevar satélites a órbita con regularidad y, en un futuro no tan lejano, llevar humanos de nuevo a la Luna y, secundariamente a Marte.