Es verdad que la tecnología avanza cada día más rápido y que ya nada parece tener límites, sin embargo a ratos hay que aterrizar y ser realistas: no todo se puede llevar a cabo hoy por hoy, y eso Apple lo sabe. Según un trascendido publicado por The Wall Street Journal, la empresa de la manzana quería fabricar un reloj mejor que el modelo final del Apple Watch, pero los equipos existentes no le permitían la efectividad necesaria para lograr su cometido.
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Resulta que los sensores que hoy existen en el mercado no son capaces de asegurar la efectividad de los resultados que los de Cupertino esperaban, razón por la cual decidieron simplemente eliminar algunas de las funciones relacionadas con el área salud y ejercicio que tenían previstas para su vestible, replica hoy The Verge.
Las pruebas realizadas en usuarios cuyos brazos contaban con gran cantidad de pelo, o incluso cuando el dispositivo entraba en contacto con el sudor, arrojaron resultados imprecisos. Esto, finalmente, detonó en la eliminación de varios ejes importantes que Apple tenía pensado en el plan original de fabricación de su reloj inteligente, lo cual claramente va en desmedro, tanto de la marca misma, como del usuario que esperaba contar con estas funciones.
De cualquier manera, el producto final será lanzado en el mes de abril y su primer tiraje, según indican algunas fuentes, será de cinco millones de unidades, lo cual indica que, a pesar de que no era el reloj inteligente que Apple esperaba desarrollar, aún confía en que será un éxito comercial.
