Últimamente se ha visto un incremento en la popularidad del término binge en inglés (que quiere decir “emborracharse de”, es decir, consumir algo hasta el punto en que resulta nocivo), aplicado a prácticas tales como leer, jugar videojuegos o ver televisión. Con motivo de desmentir lo que el sentido común podría decirnos, investigadores de la Universidad de Texas, en Austin, condujeron un estudio cuyos resultados favorecen al sentido común.
Para fines de la investigación, binge-watching (abusar de ver) televisión es considerado ver 3 o más episodios de una serie sin parar. Las pruebas se efectuaron entre 316 participantes, de entre 18 y 29 años de edad y se hacían preguntas enfocadas al estado emocional como “¿qué tan seguido te sientes solo?”. 75% de los encuestados admitió practicar el binge-watching, mostrando preferencia por shows como Orange Is the New Black, Grey’s Anatomy, One Tree Hill, y Desperate Housewives.
Si bien hoy en día la práctica parece bastante común –¿cuántos no hemos devorado con ahínco nuestra serie favorita?– y servicios como Netflix lo ponen al alcance de cada vez más personas, los investigadores también concluyeron que aquellos con tendencia a la depresión son más propensos a desarrollar el hábito. Wei-Na Lee, Yoon Hi Sung y Eun Yeon Kang, encargados del proyecto, explicaron:
Los investigadores planean exponer su trabajo en mayo como parte de su estudio titulado “¿Un mal hábito para tu salud?: Una exploración a los factores psicológicos del comportamiento binge-watching“, cuya meta es darle importancia a la práctica como un fenómeno social actual; y aunque admiten que es poca la investigación efectuada hasta el momento, conducirán más estudios y pruebas al respecto.