La atmósfera de 2014 ha cambiado y ha dado paso a un nuevo aire de 2015. Este año representa un nuevo y fresco comienzo y una potencial oportunidad para crecer y evolucionar como persona y, a quienes nos apasiona nuestro trabajo, como profesionales. Quizá 2015 sea ese año crucial en nuestras vidas en el que avancemos en nuestras metas y logremos posicionarnos en esa situación en la que queremos estar. Pero claro, hay que hacer un esfuerzo sustancial, mismo que se manifieste con acciones concretas y constantes, para comenzar a dar pasos en esa dirección y empezar a acumular victorias.
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Es entonces cuando comienza el nuevo año y nosotros hacemos nuestra lista de propósitos para llevarlos a cabo a lo largo de la duración del mismo.
Algunos de los propósitos que solemos hacer son:
- Hacer ejercicio / comer bien / bajar de peso.
- Conseguir pareja.
- Renunciar al trabajo que ya nos hartó.
- Tomar ese curso que sabemos hará una diferencia en nuestro camino profesional.
- Aprender ese nuevo idioma.
- Leer 10 libros (mínimo).
- Conseguir una mascota.
- Correr un maratón o un medio maratón.
- Viajar a 3 nuevos países o lugares.
- Comenzar y llevar a cabo una práctica espiritual como yoga o meditación.
- Ahorrar.
- Y muchos otros…
Todos estos propósitos son excelentes y de llevarse a cabo consistentemente, seguro elevarán la calidad de vida de quienes los realicen, ya que los ayudarán a obtener salud, crecimiento personal/profesional y felicidad. Lo que yo quiero hacer en este post es plantearte otro propósito que te puede ser sumamente útil para lograr tus otros propósitos (sobre todo profesionales) en este 2015.
Este propósito te será especialmente útil si alguna vez te has visto en una de las siguientes situaciones:
- Has tenido una idea y no tienes idea de cómo materializarla.
- Te interesa el tema del software, pero cuando te hablan al respecto es como si escucharas chino mandarín.
- Escuchas de Google, de Facebook, de Twitter y de todas estas empresas de tecnología y sabes que es una revolución que ya está llegando a México.
- Quieres empezar un blog, pero no sabes ni por dónde empezar.
- Sabes que para tu nuevo proyecto necesitas un sitio web, pero también sabes que no conoces a ningún(a) programador(a).
- Si sí tienes la fortuna de encontrar a uno o una, sientes que te están chamaqueando y no entiendes el servicio que estás pagando.
- Te das cuenta de que esto de las apps móviles de smartphones ya es un tema serio con muchas oportunidades, pero desconoces lo que implica.
- Quieres empezar un proyecto tecnológico, pero no tienes idea de cómo encontrar un o una socia técnica que quiera ser el Steve Wozniak para el Steve Jobs que tú eres.
- En general sientes frustración por no saber qué es lo que hay que hacer para convertirse en una persona con habilidades tecnológicas.
¿Te identificas con alguna o varias de estas situaciones? Pues entonces, en este 2015, conviértete en un hacker.
La palabra hacker ya no tiene esa connotación negativa de cibercriminal; por el contrario, los hackers son ahora esas personas que mediante su ingenio, creatividad y pasión están cambiando y mejorando cosas por medio de la resolución activa de problemas.
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Para convertirte en un hacker, puedes hacer lo siguiente:
- Aprende a programar (y todo lo que ello implica).
- Aprende sobre tecnología y software.
- Hazte tu primer sitio web.
- Si ya programas, aprende a usar nuevas herramientas y únete a comunidades de personas como tú.
- Sigue tu curiosidad intelectual.
- Comparte tus conocimientos con otras personas.
- Conoce a las personas que están cambiando cosas con tecnología en México.
- Trabaja en una empresa de tecnología.
- Construye alguna solución a un problema que te apasione.
La buena noticia es que puedes hacer todo esto en el Dev.F. Dependiendo de tu perfil, aplica para uno de nuestros diferentes programas: Cinta Blanca, Cinta Roja o Cinta Negra. Así pasarás de 6 a 12 semanas (dependiendo del programa) aprendiendo sobre software, tecnología y sobre ese fenómeno vibrante que es la cultura hacker. Aprenderás a emplear herramientas tecnológicas para construir soluciones a problemas y conocerás de cerca a las personas que ya están haciendo esto en el mundo real.
En el siglo XX, quien no aprendía a hablar inglés perdía una ventaja competitiva en el mundo internacional de los negocios y trabajo. Ahora en el siglo XXI, quien no hable tecnología se encontrará en una situación parecida a esa. Empieza entonces bien el 2015 y únete a la primera Escuela de Hackers de México y América Latina. Arrancamos el batch 3 el lunes 26 de enero.
