El MIT anunció el descubrimiento de lo que llama “la nueva ley de los superconductores”, una relación matemática entre el grosor, la temperatura y la resistencia eléctrica que se aplicaría en todos los materiales superconductores. Esto podría ayudarnos a entender mejor el fenómeno y permitirnos optimizar los materiales en un futuro no muy lejano.
Un superconductor es un material que mientras más se enfría menos resistencia eléctrica opone; esto permite que sea usado en fotodetectores cuánticos, un nombre elegante para un bloque de construcción de chips que podría hacer que un microchip construido con estos materiales consumiera cien veces energía que uno tradicional.
Los superconductores permitieron, también, la creación de los trenes Maglev y ayudan en la detección de partículas en el Gran Colisionador de Hadrones. Entre otras aplicaciones de alta tecnología, tal material se volvió rápidamente uno con los que construimos el futuro y, hasta la publicación del artículo, se creía que la temperatura crítica, el punto en el cual un metal se convierte en superconductor, como dependiente del grosor o la temperatura ambiente.
Sin embargo, ninguna de estas explicaciones podría modelar los resultados obtenidos experimentalmente.
Una manera muy simple de verlo es mediante una analogía con las masas de personas. Las masas tienden a comportarse de una manera similar y es posible predecir acerca de ellas, pero están compuestas por una serie de personas cuya identidad personal y valores son diferentes. Asimismo, los superconductores tienen una serie de propiedades que son exclusivas de cada material y, a la vez, se puede hacer predicciones sobre cómo se comportarán. Ahí radica, entonces, la relación. Una vez conocidos los valores particulares se aplica la fórmula y se predice de manera correcta. El artículo que analiza la mencionada ley, publicado en Physical Review B, entra en detalles sobre cómo se calcularon los valores de de cada material y un par de problemas que hubo para generalizarla.
Ya estamos un paso más cerca de resolver otro pequeño misterio de la física.