Tal vez haz escuchado acerca del Planeta X. No, no me refiero a Nibiru, el supuesto planeta invisible que algunos pseudocientíficos creen que chocará con la Tierra. Me refiero al planeta sobre el que se ha teorizado desde 1846 y que explicaría las “discrepancias” en las órbitas de los gigantes de gas, Urano y Neptuno. Un texto publicado en el Monthly Notices Letters of the Royal Astronomical Society propone la presencia de planetas “transplutonianos” (dos, para ser exactos).
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Todo comenzó con el descubrimiento de 2012VP113, un planetoide en los confines del sistema solar que cuenta con el perihelion más grande conocido, es decir, es el objeto que se aleja más del Sol en el sistema solar y se cataloga como planeta enano, al igual que Sedna, Huya o Plutón. La idea propuesta por Carlos y Raúl de la Fuente, desde la Complutense de Madrid, es que dos planetas X podrían explicar estos fenómenos en las órbitas.
Además de proponer dos planetas en vez del modelo tradicional de uno, se ha hecho un cambio respecto de la distancia: dichos cuerpos celestes deberían encontrarse al doble de distancia de lo anteriormente predicho ―esto si asumimos que el tamaño del planeta es la mitad del de la Tierra―, es decir, a 500 unidades astronómicas (UA) del Sol.
Las teorías anteriores postulaban una Supertierra, un planeta que posee entre una y diez veces la masa del nuestro, ubicado a 250 UA. Este cambio se explica mediante el mecanismo Lidov-Kozai, el cual establece , grosso modo, que un satélite será perturbado por otro cuerpo y se podrá observar un cambio en su inclinación y su excentricidad.
El mecanismo de Kozai, simulado aquí, sobre las lunas de Jupiter // OrbitSimulator
El telescopio WISE ha estado a la caza de los planetas más allá de Plutón pero, de nuevo, necesitas más datos.