Ciencia

Científicos en contra de los juegos de entrenamiento mental

Los “brain games” o juegos para la mente se presentan como la solución definitiva para mejorar nuestra capacidad cognitiva. Desafíos matemáticos o pruebas de rapidez mental prometen rejuvenecer nuestro cerebro y hacernos más inteligentes, capaces de aprender más y mejor.

La semana pasada, un grupo de 73 psicólogos cognitivos y neurocientíficos de todo el mundo, en una carta abierta publicada por el Instituto Max Planck y la Universidad de Stanford, afirmaron que estos juegos no tienen una base científica.

En concreto, lo que dicen los expertos en el texto, que ha causado gran revuelo, es que las bondades de los juegos mentales están exageradas y son engañosas. Según los científicos, las empresas que comercializan estos productos “explotan la ansiedad de los mayores preocupados por su deterioro cognitivo inminente” y desvían el foco de lo único que se ha comprobado científicamente hasta la fecha: que la salud cognitiva en la vejez es el resultado de los efectos a largo plazo de un estilo de vida saludable.

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Según SharpBrains, una firma de análisis de mercado que realiza un seguimiento de la industria del “neuro-bienestar”, el mercado de productos de fitness cerebral es, actualmente, de unos 1.300 millones de dólares en todo el mundo. Esta cifra se prevé que aumente a 6.000 millones en el año 2020.

En la actualidad existen productos que ofrecen mejorar la memoria, la capacidad de resolver problemas y en algunos casos, hasta prevenir el alzhéimer. Las empresas aseguran que sus desarrollos están avalados por estudios científicos, pero para los firmantes de la carta ésto sólo sucede de manera tangencial. De hecho, recuerdan que un meta-análisis de 23 estudios realizados sobre los beneficios de estos juegos indica lo contrario, que los juegos mentales no tienen efectos globales en la capacidad cognitiva.

La mayoría de estos juegos, explican, miden la mejora de una capacidad como la memoria basándose en una sola tarea, cuando lo que se debe medir es una variedad de ejercicios que representan el estado de esta habilidad. Además, las empresas no trazan una línea clara entre las mejoras en una tarea particular y las mejoras en la capacidad cognitiva general y consideran que eso es un fraude a los consumidores.

En su lugar, proponen a la población un método de prevención del deterioro cerebral más sencillo, accesible, barato y efectivo: Llevar una vida físicamente activa, intelectualmente desafiante y socialmente comprometida.

Hay que decir que no todos los neurocientíficos respaldan la opinión manifestada en la carta. Según cuenta el diario británico The Guardian, Michael Merzenich un prestigioso investigador y uno de los padres de las teorías sobre la plasticidad cerebral, está muy enfadado con los autores del escrito y dice que no se puede meter a todas las compañías en el mismo saco. Merzenich, profesor emérito de la Universidad de California en San Francisco, es el fundador de una empresa llamada Posit Science que desarrolla juegos y sistemas para mejorar el aprendizaje de los alumnos con problemas en las primeras fases de la educación, además de otros juegos mentales que se venden en todo el mundo.

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