Plataforma: PS4 (analizada), Xbox One, PCDesarrollador: United Front GamesDistribuidor: Square Enix
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Había olvidado realmente lo bueno que era Sleeping Dogs.
Originalmente era un True Crime, pero Activision lo descartó hace años y Square Enix lo rescató del olvido. E hicieron bien, ya que el juego usa la receta super efectiva de los juegos de mundo abierto y urbano, pero le agrega varios elementos bien propios y distintivos.
Uno de ellos, el combate. Gran parte de la jugabilidad de Sleeping Dogs descansa en el combate, una implementación del modelo de los Batman Arkham que copia los mejores elementos y agrega algunos nuevos, como los remates con el entorno. Este combate en general es super fluído y la opción de ir mejorando las habilidades de Wei Shen para acceder a más movimientos, remates y técnicas hacen que repartir golpes sea una de las mejores partes del juego.
En general todo lo que sea disparar no ocupa demasiado espacio en general, pero aún así el esquema tiene su caracter propio. Especialmente cuando se salta desde una cobertura y se activa una cámara lenta que, además de ayudar a meter un headshot letal, aporta bastante a la espectacularidad de la presentación. Con mucho estilo.
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Sleeping Dogs tiene un sistema de conducción bastante particular. Además de ser super arcade y sencillo de dominar, su gran aporte al género está en la capacidad de embestir con el vehículo a cualquier cosa que se mueva. Como si fuera futbol americano o algo así.
Con solo apretar un botón, los vehículos se desplazan lateralmente en un ángulo imposible y es bien útil cuando se trata de arrancar de la policía o al andar en carreras clandestinas y hay que eliminar al rival rápidamente. Apelando a todas las leyes de la física, este sistema de embestidas no tiene ninguna lógica, pero está ahí y sirve para varias cosas. ¿Qué más da?
A diferencia de Grand Theft Auto o Saints Row, la historia en Sleeping Dogs va por el lado de la ley. Wei Shen es un policía encubierto y eso hace que moralmente todo se haga por “el bien mayor”, aunque a grandes rasgos nada importa mucho porque Shen termina matando a diestra y siniestra. Y vendiendo drogas, escalando en la jerarquía de las bandas y también trabajando para la policía.
Hong Kong ya se veía bien en su versión original y especialmente en la de PC. En esta versión definitiva hay mejoras visuales que van desde los 1080p hasta algunos efectos extra, aunque a cambio de eso el framerate sufre, literalmente sufre, en ciertas secciones. Pero en general el juego se ve bien, más allá de que cosas como los modelados faciales sigan siendo de hace una generación atrás.
Justo este se ve medio bien. Bueno, no.
Independiente de todo, Sleeping Dogs es un excelente juego de acción. La historia no es exactamente larga, pero al menos 15 horas son necesarias para completarla y unas pocas más haciendo secundarias. Además en la edición definitiva se incluyen Nightmare in North Point y Year of the Snake, dos expansiones del modo solitario que agregan un par de horas de juego cada una.
Es cierto que a lo mejor 60 dólares es demasiado para un juego remasterizado de hace dos años y si alguien ya disfrutó el original, no necesita esta versión. Pero quienes no lo jugaron antes deberían darle una oportunidad porque el juego es excelente en presentación, en estructura, en variedad, en la implementación de sus mecánicas y además tiene una historia interesante. Si pueden darse el lujo y no probaron en su momento, háganlo. Es el mejor sandbox de apellido “Dogs” que existe en el mercado.