Tendencias minimalista en el diseño y construcción de espacios laborales parecen inundar las oficinas de las grandes ciudades en la actualidad. Espacios abiertos con la menor cantidad de elementos visuales se estimaría como la mejor opción para que los empleados se mantengan relajados y con un nivel adecuado de concentración para generar buenos niveles de productividad.
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Una investigación contrasta con esta idea.
Un grupo de científicos encontró en una serie de estudios longitudinales que los espacios laborales “limpios” desprovistos de elementos visuales provocan un ambiente tóxico para las plantillas de trabajadores. En cambio, aquellos donde se encuentran elementos como fotografías y plantas pueden influir de manera positiva en la calidad de vida y concentración de los empleados.
Justamente los científicos encontraron que aquellos espacios laborales adornados con plantas resultaron en un aumento en 15% en la productividad de los empleados comparados con oficinas minimalistas carentes de estos elementos de vegetación.
Los estudios —tres en total— fueron realizados en oficinas comerciales de Países Bajos y del Reino Unido en donde se calificaron aspectos como calidad del aire, concentración de los empleados, satisfacción laboral así como elementos objetivos de productividad.
Para el profesor Alex Haslam —coautor de la investigación— de la Escuela de Psicología de la Universidad de Queensland en Australia los estudios realizados pretenden terminar con la generalidad de la corriente minimalista:
La filosofía minimalista ha influenciado un gran abanico de rubros organizacionales. Nuestra investigación cuestiona la idea general de que menos es más. Algunas veces menos es solamente menos.
Según los investigadores, los mejores resultados para la productividad se dan en lugares provistos con plantas de 90 cm. de alto por cada metro cuadrado. Esto se da porque los empleados se sienten “conectados” con su espacio laboral.