Las máquinas algún día reinarán este planeta, eso es lo que nos dicen muchas de las obras de ciencia ficción de hoy y de la historia. Desde la creación de máquinas capaces de pensar por si mismas a máquinas que pueden convertirse en personas. La ciencia ficción siempre ha intentado pensar en extremos, y que una máquina reine el mundo, es ciencia ficción. O casi.
Este vídeo del canal CGP Grey discute uno de los temas más importantes a los que se enfrenta la humanidad en este y el próximo siglo: La falta de trabajos. Este posible futuro es algo que asusta a mucha gente, máquinas que reemplacen tu trabajo, es algo que ha pasado antes, que está pasando hoy y que seguirá pasando.
Uno de los casos más evidentes del avance de la tecnología y de la eliminación de puestos de trabajo lo encontramos durante principios del siglo XX, donde el caballo y las mulas eran “la tecnología” más usada. Generaban energía. Energía para mover cosas y hacer funcionar herramientas. Pero entonces Ford introdujo el automóvil y la población de caballos, burros y mulas cayó drásticamente.
La tecnología había logrado reemplazar a unos trabajadores porque estos no necesitaban descansar, no se quejaban o había que mantenerlos tanto como a un animal. Lo más importante, los automóviles son económicamente más sostenibles que los animales.
Humanos y caballos
Viajamos de nuevo a nuestra era. Hoy en día es más común ver grandes factorías con robots que hacen una tarea, pero que la hacen repetitivamente, sin cansarse, sin quejarse y sin pedir mejoras salariales. Los robots son el automóvil de principios del siglo XX y reemplazan a los caballos del siglo pasado, nosotros.
Automóvil presidencial de 1909 / Shorpy
«La economía siempre gana» dicen en CPG, y esta es una realidad que nos ha acompañado durante toda la historia. Nuestra evolución no es más que una historia de encontrar mejores herramientas para ir más lejos con un coste menos elevado.
¿Cómo de efectiva es esta nueva economía de robots y automatismos? No tanto como se piensa. No se trata de que una persona que gana el mínimo estimado por un gobierno sea muchísimo más caro que un robot que hace su tarea, se trata que el robot lo hace un poco mejor y durante las 24 horas del día.
Pongamos como ejemplo los automóviles que se manejan solos. No tienen que ser los mejores conductores del mundo, se trata de que sean un poco mejores que nosotros. Con una red de automóviles capaces de conducirse solo por carreteras y que pueden intercambiar información, miles de puestos de trabajo que están relacionados con accidentes y desarrollo de sistemas de seguridad se perderían. Porque simplemente se ha encontrado la forma de que ningún automóvil autómata se choque con otro.
Es la teoría del coste, tiempo y precisión. Si es más barato, le lleva menos tiempo y es un poco más preciso, automáticamente ganará frente a una persona.
La economía necesita humanos
Pero esto no quiere decir que en un futuro las máquinas tomen todos los puestos de trabajo más básicos, la economía mundial prevé la eliminación de todos esos puestos pero escalonadamente, dando una maldita esperanza cuando es una batalla perdida.
La economía necesita consumidores que compren una y otra vez productos para crecer, para ello se necesitan trabajos y tres tipos de clases económicas, injustas, pero básicas según nuestro modelo actual de consumismo.
Ya nos encargaremos de crear una nueva generación de puestos de trabajos en el futuro, mientras los robots y los automatismos se hacen poco a poco más fiables y precisos.
Foto portada (cc) Shorpy