Este es el caso de una chica del condado de Essex que en el año 2008 cambió su nombre a Laura Elizabeth Skywalker Matthews por motivos de diversión y para conmemorar a aquella familia tan disfuncional que aparece en la saga de fantasía creada por el virtuoso George Lucas.
Es normal que muchas personas cambien su nombre por motivos personales pero este hecho se convirtió en noticia debido a que a la señorita Skywalker se le negó la expedición de su pasaporte debido a que, según las autoridades de su país, podría estar infringiendo derechos de autor.
El Ministerio del Interior del Reino Unido oficializó el rechazo del nombre y la firma de la interfecta — la cuál se lee “L. Skywalker” — con la consigna “no se reconocerá un cambio a un nombre que está sujeto a derechos de autor o marca comercial”.
Por este motivo, Matthews no pudo pasar sus vaciones en Ámsterdam como lo había planeado. Ella se defiende y reclama que ha podido realizar otros trámites con este nombre:
La alternativa que propone el organismo correspondiente es el uso de su nombre antiguo — el aburrido Laura Elizabeth Matthews — y su firma previa para la expedición de su pasaporte.
En tiempos donde la seguridad nacional es primordial para cada gobierno resulta curioso que un organismo ponga tanta atención en la posibilidad de que alguien — en este caso, Disney — pueda enojarse por el hecho de que un ciudadano haya cambiado su nombre por el de un personaje de película.
