El fin de semana pasado la revista El Sábado de El Mercurio publicó un extenso reportaje sobre el joven diputado chileno Vlado Mirosevic, en el que reveló cómo fracasó su intento de crear una ley que promovía el uso del software libre en el gobierno debido al lobby de Microsoft.
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El excelente texto acarreó una enorme polémica que fue recogida por numerosos medios nacionales. Relataba cómo cinco parlamentarios oficialistas cambiaron de opinión en menos de un día tras las gestiones realizadas por el diputado Daniel Farcas (PPD) junto a Microsoft.
El proyecto de Mirosevic consistía en solicitarle a los órganos del Estado lo siguiente:
«[Evaluar], caso a caso, según la conveniencia, la contratación de un software libre en lugar de uno patentado y, que cuando un organismo eligiera pagar, lo justificase por escrito».
El diputado relató que tras presentar el proyecto recibió «su primer lobby», una visita del gerente de asuntos legales y corporativos de Microsoft, quien le presentó una batería de argumentos contra el proyecto citando un estudio de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Cuando se sometió a votación el proyecto para promover el software libre de Mirosevic tuvo un éxito rotundo con 64 votos a favor, 12 abstenciones y un voto en contra de Farcas.
Pese al éxito de la gestión, al día siguiente Farcas presentó un proyecto que anulaba la gestión de Mirosevic al imponer «la plena aplicación del principio de neutralidad tecnológica«, el que citaba los mismos argumentos que Microsoft le dió Mirosevic, y que estaba firmado por otros cinco diputados que el día anterior habían votado a favor del proyecto de Mirosevic. El reportaje lo relató de la siguiente forma:
Mirosevic dice que esa tarde perdió la inocencia.
-¿Por qué?
-Porque Microsoft nos violó.
Por su parte, Microsoft se defendió y aseguró que:
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«Dispone de soluciones y plataformas de software libre y no existe ningún sesgo contra ese modelo de negocios. Sólo nos parece equivocado imponerlo administrativamente como preferencia, afectando a muchos desarrolladores locales e internacionales cuyos programas hoy están en uso por parte del gobierno.»
La nueva bancada
Debido a la polémica, un grupo de diputados chilenos decidió crear una nueva Bancada por la Libertad Digital, la que agrupa a diputados tanto oficialistas como de la oposición, pues está constituida por la diputada independiente Alejandra Sepúlveda, el diputado independiente Vlado Mirosevic, y los diputados Karol Cariola (PC), Jaime Bellolio (UDI), Daniel Melo (PS), Maya Fernández (PS) y Camila Vallejo (PC).
La bancada aseguró que busca que el gobierno «pueda privilegiar el software libre al interior del Estado», asegurando que:
«Hay una cuestión económica, pero también ética para que el Estado utilice software libre, ya que se gastan unos 36 mil millones de pesos anualmente para pagar las licencias de empresas y compañías como Microsoft».
Personalmente, debo decir que tengo un nuevo diputado favorito en la cámara baja:
Un poco de historia
Priorizar soluciones de software libre en los gobiernos siempre ha sido uno de los temas que más nos urgen en FayerWayer, aunque lamentablemente en Chile el problema sigue sin solución. No es la primera vez que Microsoft o la misma ACTI intentan frenar este tipo de iniciativas.
Ya en 2007 los diputados Roberto Sepúlveda (RN) y Alejandro Navarro (PS) intentaron promulgar una ley similar a la empujada por Mirosevic, también con amplio apoyo de la cámara de diputados. Esperemos que esta vez tengamos más suerte, es urgente acabar con la dependencia de software privativo que tienen los gobiernos. Gobiernos como Uruguay o Italia ya dieron el ejemplo.