Muchos tienen el ojo puesto en las impresoras 3D no por su capacidad de crear pequeñas figuras o esculturas, sino por las posibilidades que se abren en materia de crear objetos más complejos que una pieza sólida si muchas de éstas son armadas adecuadamente.
Como una nueva muestra del potencial de esta tecnología, el diseñador neozelandés Olaf Diegel trabajó durante seis meses para crear los planos y posteriormente elaborar el prototipo de un saxofón de plástico que fue creado con una impresora 3D.
Diegel es reconocido por crear guitarras impresas en 3D, y crear el saxofón fue la respuesta a un desafío realizado por Avi Reichental, el jefe de 3D Systems, hace un año atrás.
El saxofón tiene 41 componentes sin contar las únicas piezas que no fueron impresas: Los tornillos y resortes de metal. Gracias a que está impreso en plástico pesa la cuarta parte que un saxofón real. 575 gramos versus 2,5 kilogramos.
Si bien el saxofón de Diegel no tiene la misma calidad de sonido que un instrumento musical común, sin duda es una impresionante prueba de concepto del potencial de las impresoras 3D: