Este fin de semana se llevó a cabo en Nueva York la conferencia [HOPE X], que se convirtió en un espacio para intercambiar puntos de vista en torno a la cultura hacker. Sus actividades incluyeron una charla de Edward Snowden, en la que reforzó la importancia de cifrar las comunicaciones e hizo un llamado a proteger los derechos digitales de los usuarios de Internet.
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Durante el evento, un par de integrantes de la Electronic Frontier Foundation (EFF), Yan Zhu y Parker Higgins, mencionaron que el contexto actual hacía necesaria la desaparición de las conexiones web utilizando el protocolo HTTP. En opinión de los dos expertos, es hora de migrar a la versión segura del mismo, HTTPS.
Sin embargo, la transición se vuelve difícil a causa de 2 razones en especial: las redes publicitarias y las de distribución de contenidos. Debido a que no son compatibles con HTTPS, una buena cantidad de sitios web han optado por continuar usando HTTP, a pesar de los riesgos que esto pueda implicar.
HTTPS no se encarga únicamente de proteger tus transacciones con tarjeta de crédito de los ciber criminales y tu correo web de agencias de espionaje, sino que también ayuda a derrotar a la censura en lugares como Irán y China.
Justo esta segunda visión resulta interesante, ya que resulta difícil dejar de lado las implicaciones sociales que tiene el uso de Internet. Zhu y Higgins mencionaron que el Gran Cortafuegos Chino -un juego de palabras con la Gran Muralla China que muere al ser traducido- no es capaz de leer el contenido de los sitios cuando estos utilizan HTTPS.
En ese país, las autoridades decidieron bloquear el acceso a todo GitHub debido a que algunas páginas mostraban contenido inapropiado -lo que sea que eso signifique-, pero fue imposible detectar cuáles, debido a que el sitio utiliza la versión segura del protocolo. Ante los numerosos reclamos de los desarrolladores chinos, el bloqueo fue suspendido.
De esta forma, resulta evidente que hace falta desarrollar nuevas aplicaciones que se adapten fácilmente a un entorno que resulta hostil para la privacidad de los usuarios. Las consecuencias pueden ser variadas y muy positivas para el ecosistema de Internet en general.