Hace un par de semanas, nos enteramos que una Corte de Apelaciones en Estados Unidos resolvió un caso de pornografía infantil. La resolución nos interesó porque el juez consideró que la conexión del delincuente al enrutador –sin contraseña– de su vecino podía ser considerado como una conducta ilegal. Aquí lo importante entonces era determinar si el vecino compartió su conexión de forma voluntaria o si no sabía que podía colocar una contraseña para protegerla.
Para aquellos que buscan compartir su contraseña de acceso a Internet con los vecinos -mis respetos, mi conexión a veces no aguanta más de 3 dispositivos-, la Electronic Frontier Foundation (EFF) tiene buenas noticias. Esta organización de activismo digital planea presentar un firmware que permitirá compartir su acceso a Internet y, al mismo tiempo, aumentará su privacidad.
Lo interesante del caso es que, además de sumarse a la idea de facilitar el acceso a Internet de todas las personas, la iniciativa pretende hacer -más- notorio que una dirección IP no es lo suficientemente útil para culpar a un usuario de cometer algún delito con ayuda de Internet. Al mismo tiempo, el proyecto también dificultará la vigilancia masiva que ejercen algunos gobiernos.
La herramienta forma parte de la campaña OpenWireless.org y será presentada durante la conferencia [HOPE X], que tendrá lugar en Nueva York durante el próximo mes de julio. La idea es que cada vez más personas abran sus conexiones de acceso a Internet y, en el futuro, se puedan establecer conexiones a través de Tor, para proteger aún más a quienes decidan dejar sin contraseña sus dispositivos.
El firmware estará disponible a mediados de julio e inicialmente será compatible únicamente con un modelo de enrutador elegido por la EFF. Si la idea es aceptada con facilidad y se expande el uso de esta herramienta, existe la posibilidad de que sea actualizada para que tenga compatibilidad con otros dispositivos.