Uno de los puntos más controvertidos en torno a la neutralidad de la red es la gestión de tráfico. Mientras los defensores de los principios técnicos de Internet argumentan que los ISP no deben discriminar el tráfico en función de las aplicaciones que lo generan, algunos operadores de redes de telecomunicaciones han demandado lo contrario. Cisco se encuentra en el segundo grupo.
En su índice virtual de networking, Cisco predijo que, para 2018, el tráfico anual de Internet a nivel global se incrementará en un 20%, para alcanzar 1.6 ZettaBytes. La predicción de la empresa se basa en el aumento que están teniendo las conexiones a Internet -fijas y móviles- y a avances tecnológicos como el paso a la UDHTV o la Internet de las cosas, lo cual representa un reto para las redes. Así lo considera el vicepresidente de relaciones gubernamentales y comunitarias de Cisco, Jeff Campbell:
Justo en este contexto es que entra en juego la neutralidad de la red. Para Campbell, es importante mantener una Internet abierta y neutral, pero también es necesario que la gestión de tráfico permita que las redes sigan siendo robustas. Por esto, considera que no es posible tratar de manera equitativa el tráfico generado por cualquier aplicación:
De esta forma, Cisco se suma a la polémica presente en diversas partes del mundo en torno a la neutralidad de la red. En Estados Unidos, la FCC se encuentra en el proceso para emitir nuevas reglas en torno a la Internet abierta, incluyendo este tema controvertido. En Europa, el Parlamento ya ha votado una versión que apoya la neutralidad de la red y se encuentra a la espera de la decisión del Consejo Europeo.
Un punto clave en estas discusiones es la existencia de servicios especializados. Durante las discusiones en el Parlamento Europeo, surgió la posibilidad de regular estos servicios basados en el Protocolo de Internet (IP) pero gestionados de manera separada a las aplicaciones basadas en la Internet abierta. Este enfoque posibilitaría una gestión de tráfico adecuada, al tiempo que permitiría mantener intacta la neutralidad de la red.
Sin embargo, el cabildeo de los grandes operadores está empujando para permitir que existan vías rápidas para gestionar de manera diferenciada el tráfico generado por las aplicaciones basadas en Internet, abriendo el camino a acuerdos comerciales entre los ISP y los proveedores de contenidos. Como se puede ver, parece una discusión entre principios técnicos e intereses comerciales.