Los «drones», estos aparatos a los que nos referimos cuando tienen varias hélices y son controlados remotamente, son uno de los productos estrella que han ido más allá del juguete de turno como con AR.Drone, si no que estos aparatos se han hecho un hueco en las empresas para poder filmar imágenes que hasta ahora se podían hacer con helicópteros y de otras formas mucho más caras.
Con gran presencia en Norteamérica en el caso de Europa se abrió las puertas a la regulación de estas aeronaves no tripuladas, pero nos dimos cuenta bastante tarde que en el caso de España, la legislación no permite que empresas usen drones para cualquier uso comercial.
El vacío legal que existe se está intentando arreglar por el Ministerio de Fomento, y aunque el uso recreativo sigue siendo completamente legal, estas aeronaves están abriendo un mercado interesante en todos los países y las empresas quieren impulsar su legislación y poder hacer dinero.
Pero esto significa que la equiparación a una aeronave tendrá requisitos para las empresas y los pilotos. Las máquinas serán categorizadas por peso, los pilotos se les pedirá unas condiciones para poder operar estas máquinas y por ahora parece que el uso comercial de estos «drones» en áreas pobladas seguirá siendo algo ilegal.
La regulación de estas aeronaves no tripuladas dicen ser una prioridad, pero muchas preguntas quedan abiertas hasta poder ver redactada la ley que los regule, aunque parece que esto permitirá a muchas empresas abrir una vía de explotación interesante, desde sistemas de vigilancia, grabaciones y reportajes fotográficos, monitorización de redes de alta tensión, fumigaciones o miles de otros usos.