Que Destiny es una de las más grandes apuestas de Activision para este año -por encima de Call of Duty incluso- no cabe ninguna duda. Y menos dudas quedan cuando el mismísimo Bobby Kotick reconoce que la inversión para el juego ronda los USD $500 millones.
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La cifra incluye, además del desarrollo del proyecto como tal, publicidad y manufactura. “Una apuesta por un número tan alto no se puede hacer con la IP de alguien más. Lo que ponemos en juego es muy grande”, reconoce el CEO de Activision.
Los estratosféricos números de Destiny se justifican de dos maneras. Primero que nada, se trata de Activision; una de las pocas compañías third party que actualmente puede darse el lujo de invertir tanto dinero en un solo juego. Segundo: tal vez Bungie sea el único estudio capaz de enfrentar un proyecto tan ambicioso y salir adelante. Los creadores de Halo ya lo hicieron una vez en una sola plataforma.
Por otra parte, el riesgo para Activision está en que se trata de una marca nueva. A diferencia de otros juegos millonarios, Destiny no es una secuela y el único antecedente es el (notable) trabajo de Bungie con Microsoft. ¿Será suficiente? Un cálculo rápido indica que cerca de 9 millones de copias serían suficientes para recuperar al menos buena parte de la inversión inicial.
Destiny llegará el 9 de septiembre a Xbox 360, PlayStation 3, Xbox One y PlayStation 4. Durante el E3 2014 se dará información sobre la beta del juego, así que los interesados deben estar atentos a eso. Y de paso denle un vistazo al diario de desarrollo que se publicó ayer.
Link: Reuters