No me he podido resistir. En vez de ver como todo el mundo el primer capítulo de la nueva temporada de Game Of Thrones, he visto el primer episodio de Silicon Valley, la nueva serie de HBO enfocada en el absurdo mundo de las startups en California.
La serie está creada por los productos Dave Krinsky, John Altschuler y Mike Judge. Este último conocido por ser el creador de series como Beavis and Butt-head o King of the Hill; incluso películas que han marcado una generación de trabajadores de “cubículos” Office Space. Bajo este cartel de productores y con algunos actores que conocerás si sigues el panorama de la comedia televisiva en EE.UU., se presenta esta serie, tranquilos, sin spoilers.
Hasta ahora el mundo de las statups Californianas, el modelo a copiar en todo el mundo, se había tocado muy poco en el cine o televisión. Hemos visto grandes obras como The Social Network de Aaron Sorkin, en la que vuelve a estar involucrado con una vieja startup con la película sobre Steve Jobs. También hemos visto malos intentos como Betas, de Amazon Studios, cuya calidad es muy inferior a lo que es Silicon Valley.
La serie está enfocada en Richard Hendrix, un trabajador de una gran corporación de internet llamada Hooli (léase Google) en la que trabaja como ingeniero de software. En su tiempo libre está involucrado en un proyecto dentro de una incubadora cuyo software es capaz de transmitir datos comprimidos sin prácticamente pérdida de calidad. Este es el detonante para lanzar a un sencillo desarrollador en crear una startup y seguir desarrollando esta tecnología.
La serie lo tiene todo lo que puedes esperar para ser una comedia basada en Silicon Valley. Programadores caracterizados como grupos multiculturales de cinco personas, incapaces de hablar con mujeres y perdidos en fiestas de nuevos millonarios.
Silicon Valley hace mediante la comedia una simple visión de como el mundo de las startups ha surgido y se está expandiendo en California, de lo absurdo que puede llegar a ser que una empresa con un servicio con apenas un par de años de vida, o incluso sin lanzarse pueda llegar a costar millones. Los egos y la búsqueda de un espacio en la historia de la tecnología.
Es una comedia, pero visto desde fuera y conociendo un mínimo el panorama de los fundadores de startups, es casi una comedía dramática ante la presión que se ejerce ante una idea que aun está por desarrollar y las grandes incertidumbres a las que te lanzas en el momento en el e dejas un trabajo y apuestas por esa idea. Pero Silicon Valley pretende mostrar bajo algunos personajes evidentemente exagerados, pero perfectamente reales, que el panorama de las startups en California está fuera de control.
Por cierto, hasta el mismo Eric Schmidt hace un pequeño cameo al principio del piloto.
Merce la pena ver el primer episodio, se emite los domingos en HBO aunque el 90% del mundo lo verá gracias a redes P2P, ya sabes donde encontrarlo.
Actualización: HBO ha puesto el primer capítulo en YouTube, solo disponible en EE.UU., pero puedes usar Hola para acceder a él: