Esta trompa de elefante biónica está siendo entrenada para hacer trabajos en el mundo real, como la recolección de manzanas o la sustitución de las bombillas.
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El diseño está conformado de segmentos impresos en 3D, y pueden ser controlados por un conjunto de músculos artificiales neumáticos.
Si bien la trompa biónica puede realizar movimientos, tales como dar la mano (o más bien la “trompa”) incluyendo la vez en que se la dio a la canciller alemana Angela Merkel, o de agarrar una botella, la máquina no fue construida con un software propio de control de precisión, algo que podría parecernos extraño.
Eso significa que las personas no expertas en robots, no serían capaces de entrenar a la trompa robótica para llevar a cabo tareas simples, lo que limita su utilidad potencial en el mundo real.
Pero ahora, Steil y su colega Matthias Rolf de la empresa Festo, han cambiado todo eso, según lo dijeron en una conferencia sobre interacción humano-robot en Bielefeld, la semana pasada.
Se utilizó un proceso llamado goal babbling, pensando en imitar la forma en que un bebé aprende a agarrar las cosas en un proceso de ensayo y error, que permite trabajar los músculos que necesitan moverse.
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El robot recuerda lo que sucede en la posición de la trompa cuando se hacen pequeños cambios en la presión de los tubos neumáticos delgados que alimentan los músculos artificiales. Esto crea un mapa que relaciona la posición precisa de la trompa con las presiones en cada tubo.
A la trompa se le puede forzar manualmente hacia una serie de posiciones para que aprenda a adoptarlas según las órdenes dadas, La trompa biónica, al ser forzada a diferentes posiciones, se resiste al principio, pero luego se “rinde” y sigue los movimientos del operador.
En otras palabras, se le puede entrenar para repetir acciones y retirar cualquier cosa, desde bombillas hasta nueces.
El robot cuenta con memoria muscular, lo que hace que al observarlo, parezca que está vivo.
Link: Festo
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