Que cada vez los ebooks son más populares no es algo nuevo. Previa a la llegada de Amazon a España muchas marcas vendían lectores de ebooks con precios asequibles, aunque para muchos los Kindle de Amazon siguen siendo los mejores lectores de ebooks en relación precio/calidad, en España se lleva años consumiendo ebooks.
Pero el problema de la piratería de libros sigue siendo algo que preocupa mucho a las editoriales. De la misma forma que la industria de la música se equivoco por completo con la piratería hace años, la industria de los libros está en un camino a equivocarse convirtiendo en criminales a los lectores que tan solo quieren acceder a sus libros de una forma sencilla y barata.
El problema en España son los precios de los ebooks, en muchos casos puedes ver que un ebook cuesta casi lo mismo que la edición en papel, algo absurdo teniendo en cuenta que estás ahorrando el material tangible que es el papel y el transporte. Pero es el impuesto indirecto de los ebooks que está convirtiendo estos libros electrónicos en un producto de lujo.
La Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados en España ha rechazado la propuesta de reducir el IVA a los ebooks, pasando de un 21% (IVA de lujo) a un impuesto de tipo reducido. Lo más absurdo de todo es que los libros tiene un impuesto reducido de tan solo el 4%, mientras las ediciones digitales se les graba un 17% de recargo.
España es uno de los países con los impuestos a los ebooks más altos de Europa, junto a Irlanda compartiendo el 21%. Mientras tanto, Francia es uno de los más bajos con un 7%.
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