Junto con anunciar la venta de su división de PCs, Sony dio a conocer sus resultados para el cuarto trimestre de 2013. Las cifras explican muchas cosas, y delinean lo que puede venir para la gigante japonesa.
Lo que impulsó las ganancias de la compañía fueron las ventas de PlayStation 4 y de smartphones, que le permitieron obtener ganancias por 27.000 millones de yenes (USD$266 millones) entre octubre y diciembre de 2013. El resultado se compara con una pérdida de 10.800 yenes durante el mismo periodo del año pasado.
Adiós PCs, adiós TVs
Mientras tanto, las unidades de PC y televisores significaron una carga. Así, la empresa ha optado por deshacerse de las dos. La división de VAIO será vendida a un fondo de inversión, mientras que la división de televisión será separada en una empresa subsidiaria para julio de 2014.
El área de fabricación de televisores Bravia ha perdido unos USD$7.800 millones en los últimos 10 años, sin lograr recuperarse. La separación, sin embargo, no significa que Sony abandonará el negocio, sino que lo que busca el CEO, Kaz Hirai, es acelerar los cambios dentro de esta unidad.
Hirai se hizo cargo de Sony hace dos años, con la tarea de cambiar el rumbo de la complicada empresa para competir con Apple y Samsung, que dominan el mercado de los dispositivos de consumo como smartphones y tablets. El CEO fijó “tres pilares” para el crecimiento de Sony: imágenes, juegos y móviles. La venta de VAIO es la primera gran cancelación de una línea de productos realizada por Hirai dentro de su reestructuración.
Los cambios no serán baratos: Después de haber pronosticado ganancias por 30.000 millones de yenes para el año fiscal actual (que termina el 31 de marzo), la compañía se dirige ahora a su quinto año de pérdidas en seis años. El año pasado, Sony logró ganancias, pero se debieron principalmente a la venta de dos edificios en Nueva York y Tokio.
Además de los cambios en las áreas de TVs y PCs, Sony recortará 5.000 empleos (un 3% de sus empleados globales) como resultado de la reestructuración, para ahorrar unos 100.000 millones de yenes. Sin embargo, los recortes se implementarán en marzo de 2015, lo que significa que los ahorros sólo se verán después.