La evolución de Jolla desde el día en que era sólo una idea en la afiebrada cabeza de sus creadores hasta ahora cuenta tres hitos muy grandes. Curiosamente, las últimas tres Mobile World Congress. «En 2012 éramos 3 personas recorriendo la feria, en 2013 teníamos un par de oficinas en la parte trasera de la feria y este año tenemos un enorme y hermoso stand completamente dedicado a nuestros dispositivos y a Sailfish OS» recuerda con emoción Marc Dillon, co-fundador y ex-CEO de una compañía finlandesa que nació al alero de la desechada área MeeGo de Nokia.
Marc estaba al mando durante algunos de los momentos más complicados de la corta vida de la compañía. «Estábamos listos para lanzar un smartphone el año pasado con ST-Ericsson pero ellos cambiaron su negocio. Lo que tuvimos que hacer fue rearmar todo, mandar un nuevo pedido de propuestas, conseguir un nuevo chipset y crear un nuevo smartphone con un plazo de 6 meses, el que fallamos sólo por una semana». No fue fácil, pero lo lograron de la mano de Qualcomm y de otros actores de la industria que hoy son clave en su desarrollo actual.
Fueron momentos de mucha presión, según Dillon, pero a la larga también fueron gratificantes. «Este es uno de los programas más dinámicos y rápidos en los que he trabajado. Es mi dispositivo número 13«, aseguró.
El pequeño barco se lanza al mundo
Durante Mobile World Congress, Marc Dillon y los ejecutivos de la compañía se pasean orgullosos con camisetas de la empresa, atrayendo la atención de los asistentes quienes les piden demostraciones improvisadas de las capacidades de Sailfish OS. Algunos lo ven como un héroe. Para muchos es el rostro de la rebeldía de un grupo que se enteró por las noticias que se quedaba sin trabajo en 2011 tras el anuncio de Nokia de la cancelación de todo lo que tenía que ver con MeeGo.
Una gran cantidad de esos empleados definieron juntarse a trabajar en conjunto para continuar evolucionando el trabajo detrás del que fuera considerado «El mejor teléfono del mundo», el Nokia N9. Así nace Jolla, compañía que hoy comienza a salir de Finlandia y de China — sus dos mercados base — para comenzar a moverse alrededor del planeta.
«Tuvimos un proceso de desarrollo en beta en Finlandia, luego lo expandimos a Europa y recibimos mucha retroalimentación de nuestros consumidores, y hemos mejorado notablemente el software a tal punto que estamos listos para salir al mercado mundial«, dijo Dillon convencido de las capacidades de su equipo y de la comunidad que lo sustenta.
Y para hacer crecer esa comunidad, la idea es que los equipos Jolla no sean los únicos que lleven Sailfish a la gente. «El programa «Sailfish for everyone» permite tomar Sailfish OS e instalarlo en una selección de equipos Android y así ser capaz de compartir la experiencia Sailfish que tiene aparatos basados en el sistema operativo de Google», explicó. Las descargas y las sencillas instrucciones de instalación estarán disponibles en las próximas semanas.
Dentro de los planes de la compañía también está sumar valor a través de hardware creado por ellos mismos y la comunidad. Para eso está «La Otra Mitad», que es la parte trasera del teléfono y que permite distribuir contenidos específicos asociados a una empresa o un producto en particular.
«Fuimos capaces de darle a Rovio una forma de conectarse con sus clientes dándoles algo así como una mini red social en la que pueden proveer nuevos tipos de contenido y recibir comentarios. En el caso de Makia le proveen acceso a contenidos y al catálogo de la marca, lo que entrega entretenimiento y posibilidades de interacción», explicó el ejecutivo.
«La Otra Mitad» funciona con un chip que va asociado a la tapa trasera removible del equipo, permitiendo tanto a marcas como a particulares crear sus propios desarrollos de software y hardware adicional sobre esa plataforma. Ya existen mitades con teclados QWERTY, otras que traen baterías más amplias, algunas con sensores que ayudan al usuario a hacer funcionar el equipo sin tener que voltearlo siquiera e incluso algunas que integran carga inalámbrica al sistema. Todo creado por el ingenio de sus usuarios.
El futuro, los operadores y la comunidad
Pocas compañías tienen hoy el privilegio de ser empresas que generan tanto el software como el hardware que mueve a sus dispositivos inteligentes. Jolla es una de ellas, y Dillon asegura que no pierden el foco al ver el negocio como un todo, anticipando nuevos equipos de la marca para 2014.
«Entendemos que el software es donde el valor se crea, pero también seguiremos creando dispositivos Jolla no sólo para mostrar un equipo, sino también una plataforma como modelo de referencia. Aunque a través de «La Otra Mitad» también podemos generar diferenciación gracias al hardware» aseguró, poniendo énfasis en lo relevante que es seguir haciendo crecer a su ferviente comunidad de usuarios.
«Lo más importante es continuar entregando calidad a aquellos clientes que creyeron en nosotros, y hacer de Sailfish un fenómeno mundial. Estamos regalando Sailfish para su uso en equipos Android y seguiremos actualizándolo con feedback de nuestra comunidad», explicó Dillon.
Pero no sólo de comunidad se vive. Los negocios alrededor de la plataforma son fundamentales para la subsistencia de la plataforma; y lejos de la idea de dejar de lado a los operadores como iOS y Android lo han venido haciendo, en Jolla están más que dispuestos a trabajar de la mano con ellos para ayudarles a integrar sus acciones de la forma más profunda posible al teléfono.
«En los primeros días de la tecnología móvil los operadores tenían un gran potencial para diferenciarse con sus propios servicios, y ahora cayeron y han sido dejados de lado por los dos actores dominantes de la industria. Tenemos algunos excelentes tratos con operadores, no sólo usando Sailfish como herramienta por ser diferente, pues también estamos explorando formas de ofrecer servicios de valor agregado«, comentó.
«Usaremos partners para escalar. Fabricantes y operadores están buscando cosas diferentes que ofrezcan un valor agregado que no venga sólo del precio. Son las cosas que están pasando ahora mismo, y eso es muy importante. Ellos se nos acercan y nos dicen ‘Sabemos que tienen algo diferente, sabemos que pueden ayudarnos en nuestro negocio, así que seamos partners‘», explica un entusiasmado Marc Dillon, un hombre que tiene un 2014 muy esperanzador por delante de la mano de una plataforma cuyo potencial todavía no comienza a explotar del todo.