Al igual que Uruguay, Italia ha elegido el software libre como la primera opción para la administración pública. A través de un documento emitido por la Agencia Digital Italiana, se estipula que todas las organizaciones gubernamentales deben considerar el uso de software libre antes de adquirir licencias de software privativo.
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Para ello, han sacado un documento titulado Guías para la evaluación comparativa [de software]. En este texto, las autoridades italianas aprenden un método a seguir para la correcta decisión sobre qué programas elegir. Sólo en el caso de que no exista software libre o software diseñado para el sector público, debe considerarse la adquisición de software privativo.
Esta medida es muy parecida a la regulación estipulada por el gobierno uruguayo, en la cual también es de carácter obligatorio considerar primero el software libre, para después -y bajo justificación- optar por software propietario.
“El software libre y la reutilización son la norma, el software privativo es la excepción. Ésta es la acción afirmativa más avanzada en Europa hasta ahora. Estoy orgulloso que Italia guíe el camino, por una vez”, indicó Carlo Piana, consejero general de la Free Software Foundation Europe (FSFE).
El caso italiano es muy importante porque se preocupa no sólo por la norma, sino por su implementación. La guía elaborada por la Agencia Digital Italiana se redactó con participación tanto de la FSFE como de los representantes de diferentes empresas de software privativo.
Aunque a muchas personas pueda parecerles una medida cuestionable, a raíz del espionaje de datos de la NSA, para los gobiernos se ha vuelto crucial reforzar su soberanía informática. Además, el software libre propicia el ahorro en pago de licencias y permite la modificación y personalización de los programas. Ya era hora de que las administraciones públicas del mundo voltearan a esa opción de manera seria y activa.