Leif Ristroph y sus colegas de la Universidad de Nueva York, diseñaron este robot miniatura de cuatro alas con un plan corporal que nos recuerda a la medusa. Es más estable en el aire que otros robots semejantes a insectos.
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El prototipo que vemos en el video, consiste en una estructura de fibra de carbono, rodeada de dos pares de alas de plástico delgadas que se abren y se cierran por la acción de un motor.
Su forma le permite volar en posición vertical con poco esfuerzo, sin necesidad de sensores o de inteligencia artificial para ajustar sus alas como los utilizados en otros robots insecto.
“Hacer una máquina “poco inteligente” es una muy buena estrategia para los robots pequeños”, dice Ristroph.
Un mini robot sin circuitos complejos ni sensores, implica un ahorro en peso y un diseño más ligero.
El robot por ahora, está conectado a una fuente de energía externa, pero las mejoras que se le harán en el motor y las alas, harán que pronto pueda volar libremente.
“Si se mejora la eficiencia del impulso de las alas, se podría generar más fuerza para transportar una mini batería,” añade Ristroph.
El robot es robusto, puede chocar contra objetos y salir ileso.
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Con un peso de 2 gramos, fácilmente se deja llevar por la brisa, lo que podría ser una ventaja.
“Podríamos utilizar este tipo de robot a, por ejemplo, para controlar las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera”, finaliza Ristroph.
No cabe duda, que cada vez hay más y más gente está trabajando con entusiasmo en la investigación en robótica.
Link: Newscientist
