Quienes acostumbramos volar en avión sabemos lo engorroso que puede resultar apagar los dispositivos durante el despegue y el aterrizaje del avión. Por supuesto, es algo que se hace por cuestiones de seguridad y eso es más importante que tener el iPad encendida. No obstante, la Administración Federal de Aviación (FAA) ha hecho oficial que las aerolíneas podrán permitir el uso de gadgets en cualquier fase del vuelo (aunque 30% de los pasajeros nunca lo hacen).
Las nuevas disposiciones de la FAA serán aplicadas de acuerdo con el criterio de las aerolíneas, así que no se sorprendan si no notan el cambio de manera inmediata la siguiente vez que tomen un avión. Sin embargo, es probable que las aerolíneas adopten esta medida paulatinamente hasta que se convierta en la regla general, después de que fuese emitida la recomendación por un panel de expertos.
Los aparatos como tabletas o computadoras podrán ir encendidos durante las fases de despegue y aterrizaje, pero deberán colocarse en el bolsillo del asiento por precaución. En el caso de los teléfonos móviles, no tendrás que apagarlo durante estas etapas del vuelo, pero sí deberás ponerlo en modo avión y desactivar el servicio de datos. Igualmente, queda prohibido hacer uso del servicio de voz.
Lo que sí puedes hacer es utilizar el Wi-Fi durante esas fases del vuelo (si tienes la fortuna de ir en un avión que cuente con el servicio) y mantener encendido el Bluetooth (igual, muy práctico si llevan accesorios como audífonos inalámbricos). Una excepción considerable es cuando haya malas condiciones de visibilidad y el avión tenga que hacer navegación por instrumentos, caso en el que sí deberás apagar tu dispositivo.
Es una buena noticia en términos de comodidad al viajar. A veces vamos enganchados en un libro o en un juego antes de despegar o aterrizar y había que esperar un rato hasta que el capitán de vuelo diera la orden. Recuerda: por más que quieras terminar ese nivel de Candy Crush antes de tocar tierra, si te piden apagar tu aparato, la seguridad va primero.
Fuente: TechCrunch