Los directores de las mayores organizaciones reguladoras de Internet – ICANN, la Internet Engineering Task Force, Internet Architecture Board, World Wide Web Consortium (W3C), Internet Society y otras organizaciones y registros regionales – decidieron romper con el dominio de Estados Unidos sobre Internet.
La declaración es una de las mayores reacciones hasta el momento de las revelaciones iniciadas por Edward Snowden, quien dio a conocer el masivo plan de vigilancia y monitoreo creado por el gobierno de Estados Unidos, y las variaciones de éste en otros países.
Una declaración publicada por el grupo desde Uruguay llama a “acelerar la globalización de ICANN y de las funciones de IANA, hacia un entorno en el cual todos los actores, incluyendo todos los gobiernos, participen en pie de igualdad“. El comunicado fue lanzado en inglés, español, francés, árabe, ruso y chino, criticando la vigilancia mantenida por EE.UU.
Además, el presidente y CEO de ICANN, Fadi Chehade, se reunió con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, solicitándole “elevar su liderazgo a un nuevo nivel, para asegurar que todos podamos reunirnos en torno a un nuevo modelo de gobierno en el que todos son iguales”.
La presidenta Rousseff señaló en Twitter que acordaron realizar una reunión en Rio de Janeiro en abril de 2014 para discutir este tema, indicando que la ICANN respaldó la propuesta hecha por la mandataria ante la ONU “de un nuevo marco de gobernanza de Internet con los siguientes principios: Libertad de expresión, privacidad, gobernanza democrática, multilateral, ejercida con transparencia, universalidad, diversidad y con neutralidad”.
Esto significa que las organizaciones que actualmente manejan importantes procesos de Internet, y que hasta ahora operaban bajo el alero de EE.UU., dejan de lado a ese país. Como señala Milton Mueller del Internet Governance Project, “sabes que cometiste un gran error, un error que cambia la vida, cuando incluso tus propios hijos te abandonan en masa”.