Mientras en Estados Unidos los medios se han concentrado en denunciar las actividades de la NSA al recabar información de los ciudadanos de ese país, en el extranjero hay indignación por las acciones de la agencia contra el resto del mundo. La revista alemana Der Spiegel denunció que la NSA tiene programas para espiar a la ONU y a una serie de embajadas alrededor del mundo.
La información está basada en documentos filtrados por Edward Snowden. “El tráfico de datos nos entrega las teleconferencias de video de las Naciones Unidas”, señalaba uno de los archivos. Los agentes lograron hackear el sistema en 2012, y “en tres semanas el número de comunicaciones descifradas subió a 458 de 12”, indica el documento.
Entre los objetivos espiados está la Agencia Internacional de Energía Atómica y una delegación europea que trabajaba en las oficinas de Nueva York de la ONU.
También se instalaron sistemas para interceptar información en más de 80 embajadas y consulados, en especial a las embajadas europeas en Estados Unidos, bajo un programa llamado “Servicio de Recopilación Especial” que tiene “poco o nada que ver con repeler terroristas”, señala Spiegel.
Las revelaciones sobre la NSA siguen filtrándose, mientras el gobierno de Estados Unidos intenta hacerse cargo de la situación. Aunque se ha prometido mayor transparencia, no han logrado moverse lo suficientemente rápido.
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