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Se supone que es el mejor de los equipos con Windows Phone 8 del mercado, y en el apartado de cámara lo cumple con creces lo prometido. Se trata del Lumia 1020, el ultrarumoreado y recontrafiltrado equipo de Nokia que cumple con la promesa de poner un sensor como el que vimos anteriormente en 808 PureView en un dispositivo con WP8.
El cambio en el 1020 se alinea perfectamente con lo que hemos visto últimamente del lado de la finlandesa. Un equipo más liviano que el Lumia 920, algo alejado del lenguaje de diseño Fabula que predominara durante 2012 y comienzos de 2013, sin carga inalámbrica integrada dentro del cuerpo del teléfono y hecho de un policarbonato opaco que deja definitivamente atrás los acabados brillosos que hasta hace poco tiempo predominaban en el catálogo de Nokia.
En la mano el equipo tampoco sale de lo común. Fuera de su joroba en la parte trasera — mínima y muy bien disimulada — el 1020 se siente muy cómodo en el bolsillo, sin ser extremadamente bultoso como otros Lumia (sí 920, te hablo a ti). Nokia puso énfasis en esto último, y los resultados comienzan a lucirse de excelente manera. El acabado opaco del equipo también le da un inesperado aumento en el agarre, por lo que te sientes en mayor control del equipo aunque lo uses con sólo una mano.
Las pérdidas son mínimas, si me preguntan a mi.
A nivel de especificaciones quizás pueda ser considerado un cambio suave también: El mismo procesador Qualcomm Snapdragon S4 de doble núcleo con 1.5 GHz de velocidad que acostumbramos ver, una pantalla de 4.5 pulgadas idéntica a la del Lumia 925 que antes viéramos con resolución HD, 2 GB de RAM, los mismos sensores usuales en un Lumia, y 32 GB de memoria interna — tal como en el Lumia 920 teníamos.
Sí, es cierto. Windows Phone no corre en esa estéril guerra de procesadores, memoria RAM y una serie de otras características que crecen exponencialmente en el la industria, pero igualmente hubiese sido refrescante ver que la empresa pusiera algo de novedad en este apartado: Un nuevo procesador, una pantalla algo más definida… No es mucho pedir, creo yo.
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Visto de esta manera, el Lumia 1020 es un dispositivo Windows Phone común… Pero este aparato no es ningún simplón. De hecho, está orientado a hacer una cosa en particular, y eso lo hace bastante bien.
41 MP en el bolsillo, ¿teléfono o cámara?
Sus fotos son bestiales, llenas de detalle, color y vida. Si tomar fotografías fuera un cóctel donde todos los smartphones del mercado sacan un pastelito o un pequeño bocadillo, el Lumia 1020 sería el tipo en esteroides que se lleva la bandeja completa y — de paso — a la chica que la carga.
Otro punto a tener en cuenta… Cuando Microsoft creó la aplicación de cámara en su teléfono no pensó en aquellos usuarios que gustan de tener más control de las funciones a la hora de tomar fotos. No los culpamos, pues en el momento estaban preocupados de sacar adelante una tarea más difícil al intentar posicionar en el mercado un competidor en la industria móvil.
Hoy eso queda atrás. Nokia hizo un gran trabajo al poner a disposición de los usuarios de este dispositivo Nokia Pro Camera, un software que hará que aquellos que exigen un poco más de sus fotos se sientan en casa al poder modificar prácticamente cada uno de los elementos de configuración antes de tomar una fotografía.
El software usa una interfaz de círculos concéntricos que simulan diales — ¿dónde vi eso antes? — para así permitir modificar reglajes de forma sencilla y muy intuitiva. El sistema es muy preciso, permitiendo regular el enfoque, ISO, apertura y una serie de otros elementos que permitirán capturar esa foto que quieres, tal como quieres.
Si lo encuentras complicado, siempre puedes programar todo en automático y dejar que el teléfono decida cuáles son las mejores opciones para lograr buenos resultados.
El dispositivo también integra la cámara normal de Windows Phone por si quieres mantenerte en ese sistema. Lo bueno de eso es que podrás hacer fotografías de 5MP usando el sensor PureView para así conseguir imágenes muy detalladas.
Una tercera opción para tomar fotografías — ahora de forma más lúdica — sería Nokia Smart Camera, el lugar donde confluyen todos los efectos que la cámara incluye como Cinemagraph, el borrado de personas que se cruzaron en tu foto, y todo lo que encontrábamos antes en el apartado de “Lentes” de un Lumia.
Quisiera poder mostrarles lo bien que anda la cámara, pero lamentablemente Nokia impuso un estricto control para que las imágenes — fotos y videos — que tomáramos en los equipos disponibles en el salón de pruebas no fueran extraídas del dispositivo y usadas en nuestros reportes. Incomprensible considerando que existen muestras de otros medios por todos lados… Al final no hay fotografías de muestra por ahora.
Lo que sí puedo decirles es que tomar fotografías a máxima resolución implica esperar cerca de dos o tres segundos antes de poder volver a tomar otra imagen. Punto en contra para el recién lanzado.
Optimizado, sí… ¿Pero por cuánto tiempo?
El Lumia 1020 es un gran teléfono en una plataforma que da para desear más acompañando esos 41 MP de su sensor PureView, pero que igualmente se las arregla para mostrarse como un excelente conjunto tanto en lo que respecta a diseño como a funciones. Nokia ha hecho un gran trabajo exprimiendo bastante algunos de los rincones no explorados de la plataforma, poniendo de manifiesto su compromiso por convertirse en la mejor alternativa a la hora de comprar un Windows Phone.
En fotografía parecen haber tocado techo por un rato, pero a nivel de software estoy seguro que todavía tienen mucho que entregar para mejorar la experiencia obtenida en Windows Phone; porque fuera lo relativo a la cámara, el equipo no presenta una ventaja mayor con otros aparatos de la propia empresa.
Tomar fotografías es una de las cosas que más hacemos en nuestros teléfonos inteligentes. Es innegable. Y con el Lumia 1020, Nokia pone en manos de sus futuros clientes un equipo que acerca todas las bondades de 808 PureView a Windows Phone arrancando una de las características más notables de un equipo Symbian e implantándola en otra plataforma que hoy parece tremendamente desbalanceada ante la impresionante evolución del área de cámaras en desmedro de… bueno… todo lo demás en el equipo.
Y eso no es algo malo, pues le da a Nokia la opción de seguir evolucionando sus productos para nivelar el resto de características que desearíamos de un teléfono inteligente totalmente integral… ¿Podrá Microsoft seguirle el paso a los fabricantes en cuanto a evoluciones?
Otro tema que me preocupa es su resistencia al futuro, no desde su construcción, sino desde el punto de vista de sus componentes. Microsoft anunció que entregaría soporte de 36 meses a los equipos basados en Windows Phone 8, por lo que queda la duda de cómo envejecerá este equipo movido por un Snapdragon S4 que al lanzamiento de este equipo ya tendrá un año de antiguedad.
Sí, el trabajo lo hace de forma impecable, pero eso no asegura que a futuro lo vaya a hacer igualmente bien.
A esta altura, no lo veo como un sucesor del 920, ni menos del 925. Se trata de la evolución del viejo y querido 808 PureView en un cuerpo mucho más estilizado, y por eso la sensación que queda tras usarlo es la de estar ante algo que ya conocíamos. Y tal como me pasó con el 808 PureView, el Lumia 1020 me hace muy feliz cuando tomo una foto o grabo un video, pero después que eso en lo que es increíblemente bueno deja de ser una novedad me pone a pensar en qué será de nosotros cuando cumpla un año o dos a mi lado.
Y, tomando en cuenta mi última experiencia con un equipo de 41 MP, no sé qué pensar al respecto.
Esperamos verlo pronto por la oficina para revisarlo a fondo y sacarle todo el rendimiento que pueda darnos.