Cuando apareció la campaña de Evilot dentro de Kickstarter, no fueron pocos los jugadores los que encasillaron al proyecto como una copia hecha y derecha de Plantas vs Zombis. Después de todo, el género era el mismo y las mecánicas lucían sospechosamente similares a las del juego que le dio nombre y fama a PopCap Games.
Pese a las críticas, Evilot logró su meta de financiamiento y fue desarrollado por el equipo de Syrenaica; pero, ¿realmente se aleja lo suficiente del estigma de Plantas vs Zombis como para hacerse de una personalidad propia? Después de ponerle las manos encima y dedicarle varias horas, puedo decir con certeza que el juego hace un buen trabajo y cumple las expectativas, aunque no todo funciona como debería.
La primicia básica de Evilot es idéntica a cualquier otro representante del género tower defense: los malhechores se aproximan del lado derecho de la pantalla y el jugador debe repeler su ataque ubicando unidades de defensa en el tablero. La condición para conseguir la victoria es evitar que el enemigo llegue hasta el extremo izquierdo de la pantalla.
La historia de Evilot se centra en un conde retirado llamado Dolfus, el cual quiere conservar su fortuna lejos de las codiciosas manos de los aventureros y héroes del lugar. Para proteger los cofres llenos de monedas, diamantes y otros bienes, el indefenso conde echa mano de sus fieles sirvientes como ratas, ranas, gelatinas venenosas y esqueletos vivientes para pelear contra caballeros, pajes y algunos otros usurpadores.
Cada unidad funciona de forma similar y realmente no hay mucha variedad entre una y otra, pues todas se limitan a atacar a los invasores de forma directa cuando estos entran en contacto con la zona que resguardan. Puesto en otras palabras, no esperen a un ejército de ratas escupiendo ácido o esqueletos lanzando sus cráneos en contra de las oleadas de impíos asaltantes.
En un primer análisis, la poca diferencia que existe entre las unidades disponibles podría traducirse en una falta de variedad “grosera”, pero este es uno de los principales elementos que dota a Evilot de un componente de estrategia notable y le da armas para desprenderse de la etiqueta de “copia” que muchos le han asignado.
Como bien saben, los juegos pertenecientes al género tower defense suponen un tablero dividido por cuadriculas para establecer los espacios donde colocar a las unidades. En Evilot, el jugador no sólo debe elegir la mejor ubicación para protegerse, sino que es mandatorio considerar los espacios requeridos para “fusionar” a sus unidades.
¿Qué quiero decir con “fusionar” unidades? Cuando se colocan tres ratas, ranas, esqueletos o gelatinas de manera consecutiva (ya sea vertical u horizontalmente) el trío desaparece para darle paso a un elemento más fuerte y resistente, y cuando se combinan aún más unidades básicas con ese elemento mejorado, surge una criatura aún más poderosa.
El “fusionar” unidades supone una adición bienvenida a Evilot y logra darle la personalidad necesaria para salirse un poco del molde, pero también resulta en un problema que eventualmente desemboca en una experiencia frustrante. Por ejemplo, la única forma de conseguir a estos poderosos guerreros es hacer las combinaciones adecuadas en el campo de batalla, pero cuando las hordas de enemigos se aproximan y empiezan a arrasar con las defensas, se convierte en toda una odisea hacer las alineaciones. Otro fallo es que cuando se hacen las fusiones de manera vertical, de tres líneas protegidas sólo queda cubierta una, lo que deja el terreno desprotegido para que los enemigos se lleven los cofres.
Es cierto que en algunas ocasiones se puede recurrir a muros de palos que frenan el ataque del adversario por algunos momentos; sin embargo, la única forma de conseguir nuevas unidades dentro del juego es acabando con los soldados enemigos. En conclusión, aquí no hay espacio para los timoratos que se esconden detrás de papas mientras esperan que los girasoles comiencen a producir recursos.
La interfaz táctil también tiene algunas inconsistencias, ya que no siempre responde como debería. Como mencioné algunas líneas arriba, la única forma de conseguir nuevas unidades en Evilot es acabando con la vida de los malandrines, los cuales, al morir, soltarán una especie de pergamino con la imagen de la criatura disponible. Estos objetos deben de tomarse tocándolos con el dedo, así que resulta en extremo molesto cuando se quiere posicionar a toda prisa una defensa en ese cuadro y en vez de poner a la rata que salvará el día se recoge algún pergamino.
Como puntos a favor, la banda sonora del juego encaja muy bien con la misma temática y el diseño de los personajes resalta por su colorido y detalle; de hecho se puede ver el daño de los aliados y los enemigos tanto en su vestuario como en su expresión. Su duración es considerable e incluye un jefe por cada fin de nivel.
Al final, Evilot ha logrado abrirse paso y acallar a todos los que decían que iba a tratarse de una copia al pie de la letra de Plantas vs Zombis. Es cierto que hay varios problemas en el camino que pueden ser corregidos en una futura entrega (si es que el estudio decide continuar por el camino del tower defense) pero esta primera muestra vale la pena.
El juego ya se encuentra disponible para dispositivos iOS y Windows PC.
Lo imperdible
- Mecánica interesante
- Buenos tintes estratégicos
- No es una copia de Plantas vs Zombis
Lo impresentable
- Inconsistencias con la interfaz táctil
- Los niveles más avanzados se pueden volver frustrantes
- Poca variedad