Durante una conversación en Google I/O, ingenieros de Android aseguraron que están trabajando para que las actualizaciones del sistema operativo lleguen a tiempo a los dispositivos.
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La fragmentación es uno de los problemas que ha afectado a Android prácticamente desde el comienzo, y se genera cuando Google lanza una nueva versión, pero luego los fabricantes y las operadoras no logran hacer sus ajustes a tiempo (esto es, interfaces especiales o aplicaciones) y no traspasan ese cambio a los usuarios finales. De esta manera, hay millones de equipos que todavía usan Android 2.2 FroYo y Android 2.3 Gingerbread, cuando el sistema ya está en la versión 4.2.2 Jelly Bean, y se espera próximamente el lanzamiento de la versión 4.3.
“Estamos trabajando internamente para estructurar el proceso de desarrollo y hacer que el software tenga más capas”, afirmó el director de ingeniería de Android, Dave Burke. Al crear el software en “capas”, los fabricantes podrán realizar actualizaciones y cambios en diferentes áreas del software de manera más rápida, agilizando las actualizaciones. Además indicó que están tratando de comprender las múltiples variaciones de dispositivos que están utilizando Android actualmente.
Por ejemplo, algunos equipos están utilizando Android 2.3 por limitaciones en la memoria del dispositivo. Mientras Android no requiere más espacio, las aplicaciones más nuevas sí lo hacen, de modo que las apps desarrolladas para versiones más modernas de Android no corren en esos equipos. La idea es que el sistema operativo se vuelva más eficiente, y que incluso los equipos de entrada puedan utilizar las versiones actuales.
Esto no significa que el desarrollo de Android vaya a desacelerarse, aseguró Burke. “Hay mucha innovación que está por venir”, afirmó, dando pistas respecto a lo que los dispositivos pueden hacer utilizando la cámara, donde habría espacio para “más evolución”.
Link: Google engineers: We’re trying to fix Android fragmentation (CNET)