Todos los que hemos pasado por una borrachera hemos notado que el sueño, en las primeras horas, es pesadísimo. Ni un terremoto grado 8.8 puede despertar a un borracho. Sin embargo, el borracho es el primero en levantarse para lanzar improperios y prometerse que nunca más tomará alcohol.
Esta sensación es corroborada por la investigación de un grupo de científicos, quienes afirman que quizá al comienzo el alcohol te ayuda a dormir mejor, pero que ese sueño profundo sólo dura una pequeña parte de la noche, pues pasado cierto punto, mantenerse con los ojos cerrados es cada vez más difícil.
Los investigadores analizaron la información de 20 publicaciones científicas que analizaban el efecto del alcohol durante el sueño. En su conjunto, los estudios sumaron más de 500 personas que tomaron cantidades menores, moderadas y altas de alcohol antes de dormir mientras los científicos los analizaban en un laboratorio.
Sin importar cuánto tomaron de alcohol, en todos se redujo el tiempo que les tomaba en quedarse dormidos, además de dormir de una forma más profunda en la primera mitad de la noche. Sin embargo, pasada la segunda mitad de la noche se incrementó el número de interrupciones del sueño. Además, todos los que tomaron dosis moderadas y altas de alcohol redujeron en promedio sus movimientos oculares rápidos (fase REM en inglés), una etapa indispensable que es cuando ocurren los sueños.
Link: Drinking Deepens Sleep, But Not for Long (Discovery News)