Plataformas: Xbox 360Desarrollador: 343 IndustriesDistribuidor: Microsoft Studios
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Tremendo desafío el que le dejó Bungie a 343 Industries: no sólo puso en sus manos el destino de una saga consolidada desde hace ya varios años, sino que también la enorme responsabilidad de continuar el legado del juego más icónico para Microsoft desde su entrada al negocio de los videojuegos. ¿Consiguió la nueva terna hacerle justicia al nombre?
A partir el anuncio de Halo 4 en la E3 del 2011, las expectativas entre los seguidores se dispararon hasta el cielo, la historia del Jefe Maestro continuaría su senda con otro capítulo y el inicio de una nueva trilogía se proyectaba en el horizonte. El cambio de batuta hizo temer a algunos cuantos, pero el resultado final ha conseguido disipar todas las dudas y plantar cimientos firmes para futuras entregas.
Claro que el juego no es perfecto, y como suele pasar tiene algunos “peros” en su haber, pero el trabajo de 343 Industries ha dejado la bandera alta, una que promete grandes cosas para el futuro.
El Jefe está de regreso
La trama de Halo 4 comienza ahí donde se quedó la tercera parte de la serie. El emblemático Spartan despierta de su sueño criogénico en las ruinas de la nave Forward Unto Dawn y la amenaza Covenant vuelve a merodear por los rincones. Cortana, la Inteligencia Artificial que acompaña al Jefe es la encargada de ponerlo en circulación una vez más e informarle que la peligrosa raza extraterrestre se acerca al Planeta Escudo Requiem en búsqueda de un peligro milenario.
Para empeorar las cosas, la camarada del Jefe comienza a sufrir los estragos por su prolongada existencia. La Inteligencia artificial tiene un periodo de vida de siete años, pero Cortana ha estado en servicio por ocho, lo que la lleva poco a poco al descontrol y a operar de forma extraña. Esto desencadena una serie de eventos que le dan al juego uno de sus tintes más innovadores con respecto a sus precursores: el hecho de explorar el lado “humano” de sus protagonistas.
Si son seguidores de Halo desde sus inicios, entonces estarán de acuerdo en que la franquicia se ha caracterizado por dejar un poco de lado la personalidad del héroe, limitándose a compartir ciertos datos básicos que no ayudan mucho en desenmarañar su historia; sin embargo, esta cuarta entrega dice “al diablo” y presenta interesantes secuencias entre los actores principales, resultando en emotivas escenas y agregando más trasfondo del que estábamos acostumbrados.
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Para complementar esto aún más, el diseño de los personajes ha recibido un bienvenido retoque, exhibiendo a su paso todo el poderío de la Xbox 360, que indudablemente ya empieza a mostrar signos de edad en algunas texturas, pero que al final logra sacar ese extra en el que seguramente será uno de sus últimos grandes lanzamientos antes de la inminente llegada de su sucesora.
La nueva amenaza
Otra de las novedades que 343 estuvo anunciando con bombo y platillo desde mediados de este año fue la adición de una tercera raza en disputa: los Promethean, rivales mecanizados que entran al universo Halo por medio de tres unidades diferentes y armas propias. Así, tenemos a los Caballeros, los más fuertes del grupo, con la capacidad de teletransportarse, atacar a distancia y ser prácticamente invencibles en el combate cuerpo a cuerpo; los vigilantes, maquinas voladoras –y muy escurridizas- encargadas de proveer a los Caballeros con escudos, curar sus heridas y hasta revivirlos; y los Crawlers, ágiles cuadrúpedos que gustan de atacar en manada a corto y largo alcance, y que pueden pasearse entre las paredes del lugar.
La integración de estos enemigos, en conjunto con los clásicos Covenant, ciertamente adereza el juego con variedad en los combates, generando la necesidad de aprender nuevos patrones, debilidades y oportunidades para desintegrarlos antes de resultar muertos. Cada batalla puede ser afrontada de diferentes maneras, ya sea quedándose atras con un rifle de largo alcance o tirándose a lo “Rambo” en un frenesí de plomo (o plasma) encontrando dentro del mapa caminos diferentes y posiciones estratégicas varias.
En este apartado es importante mencionar que la inteligencia artificial cumple con su función decorosamente, entregando oleadas de enemigos que no se quedan estáticos a esperar la muerte, sino que corren, flanquean, se ponen a cubierto y hacen todo lo posible para cazar al Jefe Maestro. Si bien es cierto que en algunas secciones hay inconsistencias en los comportamientos programados, la gran mayoría de las veces los momentos de tensión y el riesgo predominan en la pantalla (sobre todo en la dificultad “Legendario).
Por su parte, el arsenal se ha expandido de manera considerable, ofreciendo la oportunidad de escoger entre artefactos de la UNSC, los Covenant y los Promethean, aunque tal como sucedía en los juegos pasados, cada arma tendrá su equivalente dentro de los repertorios, contando con rifles de asalto, pistolas, escopetas, francotiradores, ametralladoras automáticas y artillería pesada en la armería de cada raza.
De igual forma, las habilidades vistas en Halo Reach vuelven a tomar lugar en este título, aunque con algunas marcadas diferencias. La habilidad de correr ha sido eliminada, puesto que ya está integrada a la lista de comandos básicos dentro del juego, pero la mochila jet, el camuflaje, los hologramas y otras piezas que hacen su debut como la vista de Promethean, un escudo y el “dash” forman parte del repertorio del Jefe Maestro a lo largo de su travesía.
Los vehículos siguen siendo los mismos de antes y la única añadidura llega en forma de robot bípedo equipado con lanza cohetes y ametralladora llamado Mantis para la UNSC. El Ghost, la Banshee y el tanque de plasma Covenant se pintan como los más comunes al lado de los Pelicanos y las diferentes versiones de Warthogs. Los Promethean no aportan con su granito de arena en este terreno, algo que hubiera sido interesante ver.
Halo 4 ofrece poco más de ocho horas de juego en su campaña principal (dificultad normal), paseándose por escenarios de todo tipo, desde instalaciones antiguas hasta enredadas selvas, aunque algunos resultan un tanto genéricos para la serie; no obstante, la calidad de la iluminación y los efectos de partículas salta a la vista de forma inmediata, al igual que la apariencia de las armas y los elementos que decoran las locaciones. Mientras tanto, la mezcla de sonidos complace al oído con notables efectos, pero la banda sonora se queda un poco corta.
Tristemente el doblaje al español latino queda por debajo del promedio, escuchando voces sin mucha emoción o “sentimiento” y viendo constantemente falta de sincronía en los labios y el audio. La primera vez que se empezó a implementar esto fue en la segunda parte de la serie, así que no hay pretextos para entregar un trabajo tan deficiente que de una forma u otra termina por afectar la experiencia en su conjunto.
Por si se lo estaban preguntando, la respuesta es no, no hay forma de cambiar el lenguaje dentro del juego, sólo poner subtítulos en inglés.
Juegos de guerra
¿Qué sería de un juego de Halo sin su apartado multijugador? Desde que Halo 2 dio la patada inicial en el mundo en línea, la franquicia se ha convertido en un referente para la industria entera; aunque en Halo 4 extrañamente pasa lo contrario, adoptando características y mecánicas vistas en otros juegos y saliéndose un poco del esquema establecido anteriormente.
Esta vez, el equipo de 343 le ha apostado fuerte al asunto de la personalización del personaje en varios sentidos, no sólo de manera estética. En cada partida el jugador gana puntos de experiencia según su desempeño, lo que implica subir nivel y aumentar de rango, teniendo un efecto directo en las armas que se pueden escoger, las habilidades y los Spartan Points conseguidos, los cuales sirven para ir desbloqueando más extras. Aquellos que hayan jugado el modo competitivo de Uncharted 3 u otros títulos similares tendrán una buena idea de lo que los desarrolladores quisieron implementar aquí.
Dentro de las reglas hay viejos conocidos como capturar la bandera, el rey de la colina, asesino y bola loca, el cual hace su triunfal regreso después de ausentarse en las últimas entregas. Infección es sustituido por el modo Flood y se agrega un nuevo modo llamado Dominación, que consiste en capturar bases y fortificarlas conforme los equipos vayan sumando puntos.
La competencia dentro de War Games –nuevo nombre del multijugador- continua siendo el plato principal, entregando buenas cantidades de adicción que seguramente mantendrá pegados a los jugadores durante meses e incluso años. Claro que tiene sus “fallas”, los equipos han disminuido su número de integrantes, dejando los clásicos 16 sólo para algunos cuantos juegos, y el lag o glitches son más frecuentes que antes.
Sumado a esta modalidad, tenemos como sustitución al tradicional “Tiroteo” el modo Spartan Ops, entregando cinco misiones diferentes donde el objetivo será borrar a las fuerzas hostiles del mapa, explorar las locaciones y escapar con vida al punto de extracción. Este puede ser jugado solo o acompañado por otros tres integrantes en cualquiera de las dificultades disponibles, aunque el verdadero reto se encuentra en jugarlo de manera individual y escogiendo “Legendario”.
343 Industries ha entregado un producto que nos hace soñar con excelentes entregas en un futuro muy cercano, siguiendo con la buena calidad que dejó Bungie y continuando con la difícil labor de hacerle honores a uno de los nombres más queridos por los jugadores.
El juego calza de manera ejemplar para ser un inicio de trilogía y aunque quedan errores por enmendar, la experiencia en su cuadro completo vale mucho la pena, un juego que no decepcionará a los seguidores de Halo y nuevos adeptos por igual.
Lo imperdible
-La trama y el ritmo de la narrativa
-Sin duda se siente como un juego de Halo
-Excelente trabajo visual y sonoro
-Modo multijugador nutrido y con muchas posibilidades
Lo impresentable
-Pésimo doblaje al español latino
-Algunos bugs y lag dentro del modo Spartan Ops