Plataformas: Xbox 360 (analizada), PC (analizada), PlayStation 3, Wii UDesarrollador: TreyarchPublicación: Activision
Otro año, otro Call of Duty. Pero diferente de los anteriores. O por lo menos eso promete esta edición. El estudio Treyarch tomó la batuta y decidió poner entre las cuerdas a aquellos que esperaban “más de lo mismo” este año. Una historia nueva que contar, un multijugador arreglado de forma enorme y zombies para variar el espectáculo, es lo que pone en el tapete el nuevo parque de diversiones explosivos de Activision. ¿Es otro hit asegurado para estos últimos días del año?
Oscar Mike
Black Ops II es una especie de tres juegos en uno. En primer lugar está la campaña individual, y luego dos modos multijugador: revienta los zombies, y el clásico multijugador de alto voltaje al que nos tienen acostumbrados. Partiremos por la base, que es la experiencia individual, que de alguna manera marca la pauta.
En términos narrativos, Black Ops II avanza unos cuantos años en el futuro hasta el 2025, donde la guerra fría ahora es contra una coalición asiática. Pseudo retomando la trama del Black Ops original, desarrolla dos líneas paralelas: en una revivimos las aventuras de Woods, Mason y Hudson en los años ’70 y en otra intentamos conectar los hechos pasados a la crisis terrorista que amenaza con dejar el planeta con un agujero. El panorama es algo complicado de entender al principio culpa del siempre enredado lenguaje militar e información obviada, aunque a medio juego ya vas logrando saber todo, como la motivación de Menendez, lo que sucedió entre las épocas y el terrorífico plan detrás de todo ésto. No reinventa la rueda, claro está, pero es un merecido pie al frente ante títulos anteriores que rosaban lo cliché y lo esperable. Más fuerte que la historia son las explosiones, algo que Call of Duty nos tiene acostumbrado desde hace tiempo.
Algo que le da mucho más valor a la campaña individual es la posibilidad de llegar a finales distintos dependiendo de tu desempeño en momentos clave. Unos serán algo así como microdecisiones, y otros alterarán parte de la historia y el final que se puede alcanzar. Es un agregado que no alarga más la contienda al menos que quieras pasar la historia otra vez porque hiciste “algo mal”. Si te das cuenta antes, puedes repetir la misión sin problemas, aunque particularmente lo mejor sale de jugar otra vez la campaña y probando diferentes rutas. Sí, hay algo de rejugabilidad ante lo que parece ser una campaña relativemente corta pero entretenida.
El aspecto futurístico de Black Ops II es lo que se lleva la crítica. Está bien del punto de vista lógico, es un aire fresco en la cara de la franquicia. Aquellos que esperaban ver cosas más avanzadas fuera del aspecto militar estarán algo decepcionados; es un juego que apenas roza la ciencia ficción como materia dura, no se sumerge del todo en ella. Mal que mal, desde hoy cuenten avances tecnológicos para 12 años más. La corta pero justificable imaginación se compensa con la variedad de momentos FUCK YEAH que pasan en la corta campaña. Desde un paseo libre a caballo explotando tanques hasta pilotear un helicóptero a control remoto en medio de una persecución. También se incluye el control directo de robots y otros artefactos interesantes para variar.
Como es de esperarse, en Black Ops II el enfoque es el armamento. Hay demasiadas armas, muchos accesorios y muchas cosas para elegir, además de los “perks” que se pueden ocupar en el modo historia. Gracias a la amplias combinaciones y la facilidad para configurar el equipo podrás sentir que algunas serán más efectivas que otras dependiendo del panorama. Se extraña un modo para probar las armas antes de ocuparlas, por ende es normal entrar y salir de la acción para probar otra combinación o cambiar el arma por la que dejó en el piso el primer enemigo que encontraste.
Gráficamente no se ve mal, pero hay más de alguna textura fea por aquí y por allá que demuestran lo viejo que es el motor que mueve Call of Duty a estas alturas. En el aspecto sonoro, todo coherente para un juego de alta producción y nada sobre la media. Bueno, al menos ese tema de Avenged Sevenfold que personalmente no me gusta. El resto de los discos sí, especialmente Nightmare – sólo porque lo grabaron con Portnoy.
En un intento de variar lo lineal que puede ser la campaña, Treyarch tuvo la genial idea de integrar misiones llamadas Strikeforce, apartado que en la práctica falla tanto en su base que se siente demás. Son cuatro misiones en mapas grandes, que tratan de defender o capturar algo como si estuvieses jugando StarCraft, donde la Inteligencia Artificial mata todo mérito de hacer este modo algo satisfactorio, y también toda esperanza de lograr una operación limpia sin necesidad de intervenir de forma directa. Definitivamente debió ser un apartado para tomar de forma cooperativa – yo esperaba eso – pero como funciona mal desde el principio hasta el final es algo fácilmente ignorable… al menos que quieras el mejor final para Black Ops 2. En ese caso pasa a ser una tediosa o frustrante obligación que no aporta.
Multijugando en el año 2025
Uno de los elementos que hizo destacar al multijugador en línea del primer Black Ops fue su ritmo, que de alguna manera dejó de lado el frenetismo alocado de los últimos Modern Warfare por algo más pausado (en lo que cabe el concepto) y que incentiva el desarrollo de otro tipo de habilidades de los jugadores. Los diferentes modos de juego de este Black Ops II son básicamente lo de siempre: apuntar rápido y moverse ídem por los mapas, pero si se pone lado a lado con los juegos firmados por Inifinity Ward, las diferencias saltan a la vista de inmediato.
Lo primero a destacar, es el diseño de los mapas. De alguna manera, estos tienen un feeling diferente a los de Modern Warfare 3, incluso algunos con varios niveles en paralelo que da espacio para todo tipo de juego, ya sea combate a cercana/media distancia o a largo rango donde los snipers pueden hacer de las suyas. “Turbine” tiene un esquema bastante particular, en medio de una colina y con los restos de la cabina de un avión cortando el terreno a media altura, mientras que “Carrier” trae recuerdos de “Airstrike” de Call of Duty 4.
En general, Black Ops II bebe mucho de aquel Call of Duty 4 al privilegiar la matanza a punta de fusil y no tanto con ataques aéreos ni nada por el estilo. Hay que irse olvidando de los helicópteros, los bombardeos invisibles, y todo aquello que llenaba el cielo con vehículos y que de alguna manera premiaba las buenas rachas antes que cualquier otra cosa. En Black Ops II, llegar a 20 bajas en el marcador es mucho más complejo porque la gran mayoría de esas bajas hay que hacerlas apuntando y disparando; los premios no son objetos sobrepotenciados o desbalanceados: aportan en su justa medida, pero es muy decidor que el puntaje otorgado por una muerte con el avión cazador sea un cuarto del normal (25 puntos).
Por su parte, el sistema de rachas ahora se basa en puntos y no en muertes; esto es interesante porque significa que un jugador puede activar sus premios solo realizando asistencia o acciones anexas a disparar, aunque obviamente esto es mucho más lento. Y las clases ahora se pueden crear y personalizadas en base al método de “Pick 10”, que en la práctica significa que cada clase puede cargar hasta un máximo de 10 objetos entre armas y accesorios. Con esto, hay menos limitaciones en cuanto a las combinaciones que se pueden hacer, y de hecho flexibiliza mucho más el equipamiento del jugador. Si alguien cree que no necesita las granadas o un arma secundaria, perfectamente puede liberar esos espacios y cargar otros accesorios.
En resumen, los cambios introducidos en el multijugador de Black Ops II (agregando algunas cosas y quitando otras) refrescan bastante lo que venía siendo la serie hasta ahora, incluyendo a la saga Modern Warfare. En Treyarch parecieron entender exactamente que era lo que mejor funcionaba en su primer Black Ops, y construyeron en base a eso. A excepción de un mapa que parece demasiado reciclado del anterior juego de Woods y Mason, es posible aventurar que este multijugador ya está siendo bastante mejor recibido por la gran comunidad de jugadores de Call of Duty, especialmente quienes terminaron cansados de las rachas excesivas y desbalanceadas que muchas veces convertían el arte de apuntar y disparar en algo secundario.
El modo zombie de Call of Duty: Black Ops II parece a simple vista ser más de lo mismo, pero no lo es. Además del clásico modo Survival donde debes defender la trinchera de oleadas de zombies por más que puedas, está Grief y Tranzit, donde uno destaca más que el otro.
Tranzit se trata de poner a los jugadores en un mapa grande que pueden explorar para mejorar su equipo y descubrir algunos secretos, pero la exploración aquí es tan peligrosa como difícil dado que no hay un manual de instrucciones para los primerizos. No te culpes si te pierdes o no logras avanzar mucho. Grief es un modo donde dos equipos – invulnerables entre ellos – son puestos a disposición de hordas de zombies, y es uno de los que más nos agradó. Como no se puede matar al equipo contrario tienes que ocupar todas las cosas que no sean balas para complicarle la existencia a los otros.
Se habla español (latino)
Como nota aparte, y por primera vez en la historia de la marca Call of Duty, Black Ops II llega a Latinoamérica completamente localizado, incluyendo voces conocidas y texto en español. No está al mismo nivel de Gears of War (aquel debe ser por lejos el mejor doblaje latino en un videojuego), pero tampoco es un desastre, pese a algunos problemas técnicos de desincronización labial que se dan en algunas ocasiones.
En la versión de Xbox 360 que pudimos probar, eso sí, hay un pequeño detalle: no es posible jugarlo en el idioma original, por lo que habrá que escuchar a las voces latinas o bajarle el volumen a la pantalla. De todas maneras, considerando que hasta la fecha los Call of Duty a veces ni siquiera venían con subtítulos, se agradece la deferencia para muchos jugadores que no saben inglés y que quedaban totalmente perdidos con el argumento. Más aún con Black Ops II, que tiene una historia bastante interesante; sería una lástima no poder saborearla por no saber el idioma de Shakespeare.
Respecto al idioma original, tuvimos la oportunidad de escuchar las voces en inglés y las raras voces en español que los enemigos vociferaban. Salvo las palabras en inglés, el diálogo en español se nota algo impreciso, ya sea por el tono aplicado por los actores o por ciertas traducciones de vocablos o frases al español. De todas maneras es esperable que esto suceda en un juego muy americanizado.
Tango Down
Hoy por hoy Call of Duty es como ese sandwich enorme que venden en los carritos de comida rápida. Y Black Ops II puede seguir siendo comida rápida, pero sus agregados esta vez son mucho más interesants y suculentos, a la vez que mejora y renueva de manera más que satisfactoria los cimientos del juego. Y tanto así que hace parecer a los anteriores juegos -y especialmente a Modern Warfare 3- como entregas hasta prescindibles.
Volviendo al tema objetivo, dentro de todo este mar de subjetividad que conlleva un Labs, Call of Duty: Black Ops II es un juego bastante bueno que cumple entregando las explosiones y las balas que promete en la caja. Hay una que otra decisión discutible, pero los agujeros son tapados con novedades interesantes donde el cartel de “más de lo mismo” ya no corre. En lo esencial: podrá ser otro año, otro Call of Duty, pero este es definitivamente es el mejor de la serie, al lado del incombustible Call of Duty 4.
Lo imperdible
– Historia interesante y llena de decisiones, incluyendo múltiples finales.
– Multijugador refrescado y renovado, el mejor desde Call of Duty 4.
– Nuevos e interesantes modos Zombie.
– La deferencia de Activision para meter doblaje al español latino.
Lo impresentable
– Los problemas técnicos en PS3 y algunos detalles relativos a la sincronización de las voces en español.
Nota de redacción: El puntaje final para Black Ops II fue gran discusión entre el staff de Niubie, así como la creación de todo este análisis. Creemos que las 5 estrellas están totalmente merecidas por el tamaño del paquete y las expectativas superadas para muchos, que no daban ni un peso por Treyarch y mucho menos por un aire fresco en la franquicia. Quien lo compre definitivamente no va a tirar su dinero a la basura.
Este artículo fue realizado con dos copias de Black Ops II para Xbox 360 y PC adquiridas por el staff.