El gobierno japonés quiere dejar de utilizar la energía nuclear como una de sus principales fuentes para producir electricidad y es que después del desastre de Fukushima se han dado cuenta de los riesgos que existen, aun cuando las plantas nucleares sean muy seguras.
De abandonar la energía nuclear Japón necesitaría triplicar sus fuentes de energía renovable para mas o menos lograr reponer lo que producían las plantas nucleares, pero esto también provocaría que incrementaran sus importaciones de carbón, gas y petróleo.
Claro que este movimiento bien visto por los ciudadanos japoneses tiene varios enemigos, empezando por los mismos empresarios japoneses dueños de las plantas y, por si fuera poco, el gobierno norteamericano que es quien les vende suministros.
Actualmente todos los reactores de Japón a excepción de dos están apagados y esperan una revisión por parte del gobierno, en cuanto se demuestre que son seguros para operar, se les permitirá volver a funcionar.
El problema de abandonar tan “rápidamente” la energía nuclear es que los costos de la electricidad en el país se dispararían y aumentaría el consumo de combustibles fósiles que solo generarían más contaminación. También esta el costo de poner fuera de servicio todos los reactores, que no sería nada barato y Japón en este momento no tiene el dinero para hacerlo.
Desafortunadamente para Japón sus ciudadanos son muy dependientes de la electricidad, de hecho, hoy siguen sufriendo apagones ya que la producción de electricidad no alcanza para todo el país. Una vez que vuelvan a iniciar operaciones las plantas nucleares probablemente mucha gente cambie de opinión y es que con el servicio vuelto a la normalidad, muchos prefieran ahorrarse el costo de un cambio energético.
Link: Japan Aims to Abandon Nuclear Power by 2030s (The New York Times)