Curiosity recibió este fin de semana su primer “parche” para su software, una operación realizada de forma remota a más de 560 millones de kilómetros que comenzó el viernes y concluirá hoy. Una lección para quienes tienen problemas actualizando sus equipos aquí en la Tierra.
“Diseñamos la misión desde el comienzo para poder actualizar el software como lo necesitáramos para diferentes fases de la misión”, explicó Ben Cichy del Jet Propulsion Laboratory de la NASA. “La versión de software de vuelo que tiene Curiosity en este momento realmente estaba enfocada en hacer aterrizar el vehículo. Eso incluye muchas capacidades que ya no necesitamos”, explica.
La actualización le permitirá a Curiosity moverse con seguridad sobre la superficie marciana, con la habilidad de revisar si hay obstáculos en el camino e identificar posibles riesgos, trazando un camino seguro para su viaje. El nuevo software también permitirá mejorar las capacidades del brazo robótico.
La NASA llamó al proceso un “transplante de cerebro”, que tal como suena es bastante complejo, aunque la organización asegura que esto estuvo planeado desde el principio de la misión. La operación es necesaria por las limitaciones en la memoria de Curiosity, que tiene unos 4 GB disponibles para almacenamiento. Si bien hay celulares con más memoria – que no tienen que aterrizar en Marte – el reducido tamaño se debe a que la pieza debió pasar rigurosos controles para resistir la radiación en el espacio. Además, Curiosity fue diseñado y construido hace 8 años, y en ese momento era lo mejor que había disponible.
No es la primera vez que se hace una actualización remota de este tipo: Spirit y Opportunity ya habían recibido cambios para actualizar sus 9 años en Marte. Mientras descarga la actualización, la instala y la prueba, Curiosity no puede hacer mucho, pero una vez que termine ese proceso los investigadores esperan empezar a reconocer el cráter Gale donde está estacionado ahora.
Link: NASA Curiosity Mars Rover installing smarts for driving (NASA)