El físico Abdus Salam (1926-1996) es el único premio Nobel de Pakistán, y fue el primer musulmán en obtener este reconocimiento. Su contribución a la física de partículas ha vuelto a salir a la palestra esta última semana ya su trabajo teórico fue indispensable para el desarrollo de la teoría del bosón de Higgs, al crear el mecanismo que describe como este bosón le da masa a una partícula elemental.
Pese a que estos logros en cualquier país bastarían para ser tratado como un héroe, considerando los últimos anuncios del CERN, en Pakistán el nombre de Abdus Salam está vetado de los textos de estudio y rara vez se menciona por los medios, ya que el físico pertenecía a la comunidad Ahmadía, una secta minoritaria de musulmanes que sufren una fuerte discriminación en Pakistán, donde incluso obligan a todos los ciudadanos a firmar un juramento donde niegan pertenecer al movimiento Ahmadía cuando piden su pasaporte.
La lápida de Abdus Salam incluso debió ser modificada cuando se radicalizaron las políticas en contra de la secta, y tras la orden de un juez pasó de decir que el físico fue ‘el primer musulmán que ganó un premio Nobel’, a afirmar incoherentemente que fue el ‘primero que ganó un premio Nobel’, pues según la Constitución pakistaní, los miembros de la comunidad Ahmadía no pueden autodenominarse musulmanes.