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El origen de: La lata de bebida

Conoce el nacimiento y evolución de uno de los avances tecnológicos industriales que revolucionó el consumo de bebidas.

La lata de aluminio es uno de los grandes avances tecnológicos e industriales de la segunda mitad del siglo XX, ya que contribuyó a la aceleración de la fabricación a escala global de productos así como también se convirtió en uno de los primeros envases con capacidad de ser reciclado y reutilizado.

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La historia de las latas para alimentos se remonta a varios siglos atrás, incluso se cree que con el descubrimiento del metal ya se lograron fabricar algunos proto envases. Los primeros registros históricos de los que se tienen pruebas son de principios del siglo XIX. En 1810, el comerciante británico Peter Durand diseña y patenta el primer envase cilíndrico de metal sellado para alimentos. Estos primeros envases de hojalata soldada a mano serían la génesis de lo que vendría casi 140 años después con las latas de aluminio para bebidas, a pesar de que el aluminio ya había sido logrado separar de su mineral matriz en 1825.

La primera lata

En la primera mitad del siglo XX, los desarrollos sociales y económicos demandaban mayores tecnologías para mantener la demanda global de consumo de alimentos. Esto hizo que muchos profesionales, inventores y comerciantes se interesaran por los alimentos enlatados, los cuales podían ser trasladados a cualquier punto del planeta sin perecer.

Pero recién en 1935 se conoce la primera lata bebida comercial. Diseñada por la cervecería Krueger de Nueva Jersey, la Finest Beer era la primera cerveza comercial en venderse dentro de una lata cerrada a presión. El lanzamiento fue un éxito total. El envase era más ligero que el vidrio, fácil de transportar, muy resistente a golpes y caídas, pero sobre todas las cosas, poseía una gran superficie para decorar, lo que comercialmente lo hacía único en cada modelo y marca.

Primeros modelos de lata comercializados por la cervecería Krueger (The First Beer Can – http://www.greenmon.com)

La suerte hizo que el principal inversor de la empresa Krueger contribuyera sin interés alguno al proceso de fabricación de las primeras latas, lo que logró quintuplicar las ventas y producir envases en más de 35 fábricas. En apenas un año ya se habían vendido cerca de 200 millones de latas, tanto de tapa plana que se habrían con un abrelatas con forma de pico, como de cuello similar al de una botella metálica.

Evolución de modelos de tapas de latas de fines del ’30 (History of beverage cans http://www.gono.com)

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Para 1936, sólo en el Reino Unido había más de 40 marcas de cerveza envasadas en latas de hojalata.

Durante fines de la década del ’30 y la del ’40, se realizaron miles de modelos experimentales para lograr convertir el diseño en algo muy parecido a lo que conocemos en la actualidad. Uno de esos avances fue el fondo abovedado que mejoraba la resistencia a la presión interna.

Primeros modelos de envase Crowntainer (Kentucky Beer Cans History – http://kybeercans.com)

A fines de la década del ’30 se lanzan unos envases compuestos por dos piezas (cuerpo y cabeza similar a la de una botella), que simplificaban la fabricación y se llamaron Crowntainer, los cuales, a pesar de que no tenían la estética de las latas actuales, sirvieron de base para las primeras producciones de latas de aluminio casi 20 años después.

Durante los 20 años de vigencia de estos envases, el freno que supuso la Segunda Guerra Mundial y la recesión económica y de consumo que generó en todo el planeta hizo que todo el esfuerzo se frenara para abastecer a las tropas de suministros enlatados.

El fin de la guerra y la recuperación económica de los países beligerantes trajo una oleada de masividad que consagró definitivamente a la lata de bebidas como uno de los productos más emblemáticos del siglo XX gracias a la llegada de otro producto masivo a estos envases: los refrescos.

La llegada de los refrescos y el comienzo de la era del aluminio

La segunda guerra mundial detuvo el empuje de la lata de cerveza. La producción para los mercados interiores cesó y solamente se fabricaron latas para suministros militares. La vuelta a la normalidad se inició rápidamente al término de la contienda, con otro suceso de gran importancia: la llegada de los refrescos en lata.

A pesar de que los primeros intentos de envasar un refresco se realizaron en 1938, cuando la empresa Continental Can Company intentó comercializar Ginger Ale de la marca Clicquot Club en latas similares a las de cerveza, este primer paso fue frustrado por la alteración de sabor que provocaba el barniz de revestimiento interno del envase así como varios problemas de fugas.

De la mano de Pepsi-Cola se comenzaron a ver los primeros refrescos en 1948 en los comercios., lo que hizo que otras compañías más pequeñas se interesaran por este segmento de negocio. La ¿habilidad? comercial de los ejecutivos de Pepsi provocó que dos años después la empresa retirara las latas del mercado por no ver un crecimiento sostenido acorde a sus espectativas.

Otro actor que definió el mercado de las latas junto a los refrescos fue el marketing. Muchas empresas vieron como veta comercial la difusión de su nuevo envase a través de consignas relacionadas con la diversión, las actividades al aire libre y el ocio, algo que inicialmente se contaba como una ventaja gracias a su bajo nivel de roturas y facilidad para transportar.

Para 1950, los refrescos en lata ya eran de consumo masivo, pero muchas grandes compañías se resistían a migrar sus productos a este tipo de envase. De no ser porque el principal competidor de Coca-Cola, la Royal Crown Cola, que en 1955 ya era en el más grande envasador de refrescos en lata de Estados Unidos, la empresa más famosa del mundo no habría entrado al mercado de las latas ya que lo consideraba un gran riesgo y sentían temor por la reacción de sus consumidores. Coca-Cola hizo su entrada al mercado de los refrescos envasados en 1959, el mismo año en que debuta el envase de aluminio.

Entrada la década del ’60, el inventor de Indiana, Ernie Fraze, un ingeniero de la empresa Dayton Reliable Tool Company, diseñó un sistema de apertura que revolucionaría el mercado ya que no precisaba de ningún otro elemento externo para ser abierta.

Ernie Fraze y su invento: el sistema de apertura Easy-Tab

Su sistema Easy-Tab permitía abrir la lata con un sujetador que cortaba una zona marcada de la tapa superior sólo tirando del gancho hacía arriba. Este sistema generó un gran salto de calidad y convirtió a las latas de aluminio en uno de los envases más utilizados durante las dos décadas siguientes en todo el planeta.

Junto con el desarrollo de los nuevos sistemas de apertura, el constante desarrollo de mejoras para este envase produce otro salto con la modificación del proceso de fabricación, convirtiendo a la lata en un envase compuesto por dos piezas (tapa y cuerpo) en lugar de tres (tapa, cuerpo y base). El cuerpo ya no se logra soldando una lámina cilíndrica sino por un nuevo método llamado extrusión por impacto, lo que generaba un gran ahorro en materiales e incluso la adopción por otras industrias como la de los envases de dentífrico y aerosoles.

A fines de los ’60, el sistema DWI (Draw & Wall Ironed) se convirtió en el único método de producción de envases de aluminio a nivel mundial.

El clásico mecanismo Stay-Tab que se popularizó en la década del ’80 y continúa hasta la actualidad (cc wikimedia)

La llegada del mecanismo Stay-Tab a finales de los ’80 marca el desarrollo definitivo en materia industrial de la lata de cerveza y refrescos. Este sistema era una evolución del Easy-Tab de Ernie Fraze con la mejora de que el abridor quedaba en la lata, lo que permitía su correcto reciclado y evitaba generar más basura al medioambiente.

La evolución de este envase ha generado uno de los mayores ejemplos de colaboración entre distintos sectores industriales, quienes aunando esfuerzos logran mejorar cada vez más uno de los desarrollos tecnológicos más populares y de mayor aceptación en todo el planeta.

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