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Luego de un par de meses de tira y afloja, finalmente se cerró el caso en contra de Christian Álvarez a través de una suspensión condicional de salida alternativa, bajo ciertas condiciones establecidas por los demandantes, es decir, abogados del holding de entretenimiento HBO.
Para llegar a este acuerdo, donde en definitiva se baja la demanda y el acusado se libra de los cargos, la corte estableció tres peticiones que Christian debe cumplir inmediatamente: primero, dejar de utilizar el sitio Cuevana.tv, ya sea como administrador o usuario, desvinculándose totalmente de él. Además, se procederá a la destrucción de material físico propiedad del acusado y que contenga material protegido por derechos de autor. Finalmente, tendrá que efectuar clases en una escuela de escasos recursos de Santiago, con temáticas sobre propiedad intelectual y cine.
Frente a esto, Christian argumenta que “demandar a Cuevana da una posibilidad a la parte querellante de ser mencionado en los medios, hacer publicidad, con el costo de tenerme acá a mi”, sumando que “en términos personales, subjetivos, tengo mi propia valoración: en salas cercanas a esta hemos visto que las personas que estafaron al banco de Talca nunca han tenido unas esposas como las tuve yo, en ese sentido me parece un despropósito (la demanda)”.
Además, el acusado destaca su sorpresa frente a la demanda, ya que las acusaciones no corresponderían a faltas reales y se justificaron legalmente basándose en la desinformación: “Claramente hay un enorme desconocimiento informático por parte de la propia PDI hasta el Ministerio Público, se tiraron un montón de términos que no tienen ninguna relación, como falsificación; yo no he falsificado nada.”
Jorge Aillapán, uno de los abogados que acompañó a Christian y fue asesor en materia de propiedad intelectual, aseguró que a nivel país esta clase de temas son nuevos y se hace necesaria una educación respecto a estas materias, siendo probable que otras empresas asociadas al rubro del entretenimiento efectúen más demandas en torno al tema de la piratería.
Por su parte, Rodrigo León, abogado representante de HBO, enfatizó que las actividades de Cuevana son “piratas” y esperan que en Argentina se proceda a cerrar el portal y suspender sus servicios.
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“La piratería es todo acto de reproducción y comunicación pública no autorizada por la ley, todo lo que sea cooperar para la comunicación pública no autorizada en nuestro país. Indexar, linkear, o enlazar a material pirata es una cooperación al acto de comunicación pública y está amparado por los derechos de propiedad intelectual”, añadió León.
Actualización:
Considerando que la frase del abogado León causó confusión, el abogado Claudio Ruiz de Derechos Digitales aclaró algunos puntos.
“Pareciera ser que para León cualquier forma de interacción con una obra intelectual en internet sería algo protegido por el derecho de autor. Indexar (lo que hace Google, sin ir más lejos), linkear o enlazar (lo que hace usted y yo cuando escribimos en un blog como este o cuando publicamos en Twitter) serían entonces actos que requerirían la autorización expresa del titular de los derechos de autor para ser realizadas legalmente. Y eso es falso”.
El derecho de autor no protege cualquier cosa. Le entrega ciertos específicos derechos al titular de los derechos de autor para controlar determinados usos de su obra (…) La gran mayoría de las usos de obra intelectual son irrelevantes para el derecho de autor. Romper el ejemplar del libro de Pilar Sordo que le acaban de regalar, dormir arriba de un cerro de DVDs o poner un CD en el parabrisas de su auto (?) son actos absolutamente irrelevantes para el derecho de autor. E igual de irrelevante para la ley es enlazar“.
Puedes leer las impresiones completas aquí.