Como recordarán algunos, la semana pasada estuvimos en Nueva York para el lanzamiento de la tecnología que estará utilizando Nike en los Juegos Olímpicos Londres 2012, oportunidad en que también sacaron a la venta el Nike+ FuelBand que fue lo que realmente nos llamó la atención.
Pero eso no fue lo único que presento Nike en esa oportunidad. Pudimos presenciar el lanzamiento de Nike Pro TurboSpeed, un traje de cuerpo completo para las carreras de atletismo, probado en túneles de viento para ser el más aerodinámico jamás creado, siendo 0.023 segundos más rápido que el traje anterior de Nike en una carrera de 100 metros — lo cual puede parecer ínfimo, pero puede ser la diferencia entre un primer y cuarto lugar. Presentaron también los nuevos trajes ultralivianos pero con “armadura” interna (no es broma) para los equipos de basquetbol de EE.UU. y Rusia, así como su nueva línea de zapatillas con suelas Lunarlon (que vendría siendo como el “Air” o “Shox” del 2012).
Pero por muy innovador y tecnológico que fuera todo esto, realmente no era del tipo de cosas que generalmente escribimos en FayerWayer, hasta que paseando por los pasillos del Basketball City al sur de Manhattan, nos encontramos con una zapatilla que nos llamó mucho la atención y no podemos evitar compartir con ustedes. La zapatilla en cuestión se llama Nike Flyknit Racer y su gran innovación es que su construcción en realidad es un “bordado” (como un tejido con lana), donde toda la parte superior de la zapatilla es “tejida” en una sola pieza, haciendo que sea tan liviana que el campeón mundial de maratón Abdi Abdirahman ha dicho que “tengo que mirar a mis pies cuando corro con ella para confirmar que tengo un zapato puesto”. Es como un calcetín con suela.
Esta zapatilla no estaba siendo expuesta simplemente sobre un pedestal, no señores. Al pasar caminando al lado del lugar donde estaba en exhibición, llamaba la atención que parecía estar flotando en el aire. Con luz dramática y un fondo negro, era confuso y te obligaba a mirarla dos veces y buscar donde estaba el hilo del cual colgaba o el pedestal invisible.
Maravillosamente, ¡realmente estaba levitando! Usando un sistema relativamente simple pero increíblemente efectivo de imanes, la suela de la zapatilla había sido modificada para agregar imanes pequeños en ciertos puntos y la base tenía electroimanes que repelían al calzado haciendo que flotara en el aire. Pero la verdadera magia estaba en un sensor infrarrojo que estaba detectando cualquier movimiento del zapato y de esa manera haciendo correcciones minúsculas en la potencia de cada electroimán, para que esta se mantuviera siempre en su mismo lugar. Cuando le pregunte a la encargada sobre la tecnología, sólo me supo decir que es una empresa holandesa que lo ha desarrollado y Google no me ha ayudado tampoco a descubrir quienes son. Pero al menos cada vez falta menos para que podamos tener en nuestras manos la patineta de Volver al Futuro.
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